Antes de terminar, hacemos un examen de conciencia y sacamos conclusiones para la vida práctica
(Josemari Lorenzo).- Desde hace bastantes años practicamos en nuestra casa el «retiro mensual». Dicho así suena a «algo». En realidad, nada tan sencillo. El padre de familia prepara el tema con anterioridad, y redacta una serie de preguntas en torno a él. Solemos elegir las primeras horas de la tarde de un sábado. El acto comienza con una oración y un silencio. Sigue la exposición del tema. Reflexionamos y después dialogamos sobre el mismo. Cada hijo interviene, aporta, escucha, pregunta, discute. Es importante que las ideas clave todos los miembros de la familia las entiendan bien. Antes de terminar, hacemos un examen de conciencia y sacamos conclusiones para la vida práctica. Una oración con peticiones al Señor, por parte de cada miembro familiar, es la despedida. Nunca sobrepasar las dos horas el conjunto de todo.
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