Justo este mismo día el Papa concedía una entrevista a La Vanguardia, en la que Francisco reconoce que ya tenía pensado su retiro. Curiosamente, en una residencia para sacerdotes ancianos gestionada por Mensajeros de la Paz
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, a propuesta de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, la concesión de 15 Medallas de Oro al Mérito en el Trabajo. Entre los galardonados se encuentra el presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, padre Ángel García; el tenista Rafa Nadal; o el guitarrista Paco de Lucía, éste a título póstumo.
Este galardón se concede con el fin de premiar y destacar el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio.
Así se subraya en el Boletín del Consejo de Ministros:
Ángel García Rodríguez, conocido como Padre Ángel. Nació el 11 de marzo de 1937, en La Rebollada, Mieres (Asturias). Sacerdote. Hace ya 51 años que fundó Mensajeros de la Paz, atendiendo a miles de personas necesitadas, en más de 50 países. Su entrega a los demás y su labor humanitaria y cercana, han sido reconocidas con muchos premios, destacando el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, entre otros. En activo a sus 77 años, gracias a los proyectos sociales puestos en marcha desde su organización, Mensajeros de la Paz da trabajo a más de 3.900 personas.
Justo este mismo día el Papa concedía una entrevista a La Vanguardia, en la que Francisco reconoce que ya tenía pensado su retiro. Curiosamente, en una residencia para sacerdotes ancianos gestionada por Mensajeros de la Paz. Así lo cuenta Francisco:
El papa Benedicto ha hecho un gesto muy grande. Ha abierto una puerta, ha creado una institución, la de los eventuales papas eméritos. Hace 70 años, no había obispos eméritos. ¿Hoy cuántos hay? Bueno, como vivimos más tiempo, llegamos a una edad donde no podemos seguir adelante con las cosas. Yo haré lo mismo que él, pedirle al Señor que me ilumine afirma cuando llegue el momento y que me diga lo que tengo que hacer, y me lo va a decir seguro.
Tiene una habitación reservada en una casa de retiro en Buenos Aires.
Sí, en una casa de retiro de sacerdotes ancianos. Yo dejaba el arzobispado a finales del año pasado y yhabía presentado la renuncia al papa Benedicto cuando cumplí 75 años. Elegí una pieza y dije «quiero venir a vivir acá». Trabajaré como cura, ayudando a las parroquias. Ése iba a ser mi futuro antes de ser papa.