Ambos pontífices "con el ejemplo de sus vidas supieron invitarnos a decir gracias Señor porque nos amas, porque nos salvas y por darnos esta fe que tenemos"
(Avan).- El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, expresó ayer por la tarde la gratitud de la archidiócesis a Dios por san Juan XXIII y san Juan Pablo II, porque con sus vidas «nos dicen que Dios nos ama, que Dios viene a salvarnos y no a condenarnos, y que nos animan a anunciar a Jesucristo con toda nuestra fuerza desde nuestra adhesión a Él».
En una misa que ha presidido en la Catedral de Valencia en acción de gracias por la reciente canonización ambos pontífices, el prelado ha recordado en su homilía de San Juan XXIII «su rechazo incondicional a la carrera de armamentos y a la guerra fría» y cómo supo expresar continuamente que «Dios nos ama y que tiene una infinita misericordia por nosotros«.
Por su parte de san Juan Pablo II, monseñor Osoro ha evocado «que mantuvo como uno de sus objetivos fundamentales poner a la Iglesia como faro y como guía de un mundo contemporáneo, que no sabe a donde va».
En este sentido, monseñor Osoro ha recordado, además, que san Juan Pablo II «propuso, precisamente, a la Iglesia y al mundo varias direcciones a través de sus encíclicas como la nueva evangelización, una renovación de la Iglesia en fidelidad total y absoluta a Jesucristo, la necesidad de propiciar el encuentro de todos los cristianos, la defensa de la dignidad de la persona y los derechos humanos como un compromiso ético esencial, y su oposición a las dictaduras marxistas y al capitalismo liberal».
Al término de su homilía, monseñor Carlos Osoro ha evocado cómo ambos pontífices «con el ejemplo de sus vidas supieron invitarnos a decir gracias Señor porque nos amas, porque nos salvas y por darnos esta fe que tenemos´».
En la eucaristía, en la que ha cantado la Coral Catedralicia, han participado también miembros de la Asociación Memorial Juan Pablo II, que promueve una campaña de suscripción popular para erigir una escultura en bronce en Valencia al pontífice polaco. De hecho, al término de la eucaristía, voluntarios de la asociación con huchas han recogido donativos para la estatua.