Nadie con corazón Y –además– con poder, podría marcharse de una noche en Shifa sin la decisión de ponerle fin a la masacre del pueblo palestino
(Mads Gilbert).- Queridos amigos y amigas del mundo: La noche pasada fue extrema. La «invasión terrestre» de Gaza resultó en decenas de furgones con palestinos y palestinas con todo tipo de heridas, mutilados, destrozados, desangrándose, temblando; de todas las edades, todos civiles, todos inocentes.
Los héroes en las ambulancias y en todos los hospitales de Gaza están trabajando turnos de 12 y 24 horas, grises por el cansancio y la carga inhumana de trabajo (sin haber recibido ningún pago en Shifa en los últimos cuatro meses). Ellos atienden, derivan, tratan de entender el incomprensible caos de cuerpos, de tamaños, de miembros, de seres humanos que caminan, o no pueden caminar, que respiran, que no pueden respirar, que se están desangrando, y que no se desangran. ¡SERES HUMANOS!
Para leer el artículo completo, pinche aquí