Que "el nuevo arzobispo de Barcelona esté plenamente identificado con la línea pastoral renovadora del papa Francisco"
El colectivo católico Església Plural ha entregado al cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, una carta firmada por 3.656 personas que piden al papa Francisco que el sustituto de Sistach tenga como propia la cultura y la lengua catalana, defienda el derecho a decidir de Catalunya y asuma su tradición eclesial.
Lluís Martínez Sistach, que ha cumplido 77 años, está en situación de prórroga en su cargo desde que cumplió la edad de jubilación a los 75 años, aunque el Papa ha pospuesto su relevo y no parece probable que lo sustituya antes de 2015.
Tanto las órdenes religiosas presentes en Catalunya, incluidas los jesuitas, compañía a la que pertenece el papa Francisco, como la Generalitat han hecho llegar al Pontífice sus perfiles preferidos a la hora de nombrar el sustituto de Sistach, aunque desde el episcopado español también se han hecho sonar nombres que no han agradado a la comunidad religiosa catalana.
Según ha informado el portavoz de Església Plural, Josep Torrens, en la carta que Església Plural ha hecho llegar al cardenal de Barcelona, piden que «el nuevo arzobispo de Barcelona esté plenamente identificado con la línea pastoral renovadora del papa Francisco» y que «sea una persona que conozca, respete y asuma la tradición eclesial de la Iglesia en Catalunya».
También piden que «tenga como propia la cultura y la lengua catalana, y asuma, como hecho natural, reconocido por la Doctrina Social de la Iglesia, la identidad de la nación catalana y su derecho a decidir su futuro, respetando los derechos de las otras minorías que forman la sociedad barcelonesa y catalana». «Por todo lo anterior consideramos que se debe descartar cualquier nombramiento que implique el nombramiento de una persona que no cumpla los anteriores requisitos», ha añadido Torrens.
En la carta se rechaza explícitamente el nombre del cardenal Antonio Cañizares como posible candidato, después que su nombre ha aparecido en las quinielas para sustituir a Sistach. Torrens ha advertido que «la llegada de un obispo de tradición eclesial de matriz castellana, difícilmente podría sintonizar con las realidades eclesiales mayoritarias en la diócesis y que por tanto costaría mucho aceptarlo».
En la carta se afirma, entre otras cosas, que «ni el cardenal Antonio Cañizares, ni ningún otro prelado o presbítero de un perfil similar, pueden ser candidatos llamados a ocupar la sede de Barcelona, ni ninguna otra de Catalunya, ya que la tradición eclesial, pastoral y cultural que representan son incompatibles con el sentir de la mayoría de la comunidad católica que tendrían que servir«.
«Monseñor Cañizares -añade la carta- se ha significado, muchas veces, defendiendo posiciones ideológicas beligerantes con los sentimientos patrióticos de la inmensa mayoría del pueblo catalán y con algunos valores sociales compartidos muy transversalmente en nuestro país».
Església Plural también ha hecho llegar este documento al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, al Prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares, y al nuncio apostólico en España, Renzo Fratini. (RD/Agencias)
Texto íntegro de la carta de Esglesia Plural
DESTINATARIOS:
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado del Vaticano
Cardenal Marc Ouellet
Congregación para los obispos
Cardenal Antonio Cañizares
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
Renzo Fratini
Nuncio del Vaticano en España
Apreciados señores,
Conocedores, por una información aparecida hace unos días en un importante periódico de Barcelona, de la posibilidad que esta Santa Sede puede estar estudiando el nombramiento como arzobispo de Barcelona, en sustitución del cardenal Lluís Martínez Sistach, del también cardenal Antonio Cañizares, los abajo firmantes, miembros de la comunidad católica de las diócesis con sede en Cataluña, queremos expresar:
1.- Que somos conscientes de que en todo proceso de relevo de sede episcopal hay personas, grupos y sectores, tanto del ámbito eclesiástico, como también del político y otros, que guiados seguramente por la buena fe y ánimo constructivo, se sienten con la responsabilidad de hacer propuestas sobre la persona o el perfil más adecuado para cubrir un puesto de tanta importancia y responsabilidad. Este mismo sentimiento, el gran amor que sentimos hacia la Iglesia y un intenso sentido de corresponsabilidad con su labor evangelizadora y pastoral, es lo que nos mueve a dirigirles estas consideraciones.
2. – Que en nuestras iglesias diocesanas conviven diversas sensibilidades eclesiales, todas ellas legítimas, necesarias y enriquecedoras, aunque de forma mayoritaria la tradición eclesial, que a lo largo de los siglos y hasta nuestros días, se ha ido manifestando como la que representa mejor el carácter de los fieles católicos de Cataluña, es aquella que se expresa con el diálogo abierto y franco con la sociedad a la que pertenece, con la estima y el arraigo a la cultura que la ha moldeado, con la identificación con la lengua con la que ha recibido la vida y ha descubierto la fe. Una tradición que prefiere el acompañamiento a la imposición, que se siente cómoda con la sencillez de las formas y no con la ostentación y la exageración, que respeta y dialoga con la sociedad secular y a la vez defiende la autonomía de la Iglesia hacia esta y trabaja para que se le reconozca y valore la vocación de servicio al conjunto de la sociedad.
3. – Que secularmente España ha mantenido una clara voluntad de asimilar la cultura catalana a la mayoritaria en España de matriz castellana, y con esta
intención no ha reparado en utilizar también la Iglesia y de manera especial los nombramientos episcopales.
4. – Que esta política asimiladora comportó, durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, en el período llamado del Renacimiento Catalán -que también significó un renacimiento religioso que dio a la Iglesia figuras gloriosas como el obispo Torras i Bages y el obispo Morgades, entre otros- que el Estado, para combatir el impulso cultural catalán, utilizó, entre otros instrumentos, el nombramiento de obispos ajenos a la cultura catalana. Una actuación que, hasta el día de hoy, intenta en cada relevo episcopal.
5. – La Iglesia y la sociedad catalanas viven un nuevo despertar religioso. La elección del papa Francisco ha generado interés y admiración que se traduce en una creciente revitalización, aún incipiente, de nuestras comunidades. El mensaje, los gestos, el anuncio del Evangelio que hace el Papa llega al corazón de muchas personas, que vuelven a mirar a la Iglesia con esperanza.
En estos momentos, el hecho de que se pueda materializar el nombramiento de una persona que no estuviera en plena sintonía con línea pastoral del Papa, que no sintonizara con nuestra tradición eclesial, que no formara parte de nuestra cultura, que no se expresara en la lengua del país y que no fuera capaz de poder acoger todos los anhelos que en este momento son tan vivos en la sociedad catalana, podría conllevar, una vez más, que el recelo, el desencanto y la desconfianza, cuando no el rechazo, se instalaran de nuevo en el corazón de muchos fieles y así, se poner fin, antes de haberse podido consolidar, esta primavera eclesial que parece querer brotar.
Por todas estas reflexiones, los abajo firmantes, manifestamos, con todo respeto, pero también con toda claridad y firmeza, que ni el cardenal Antonio Cañizares, ni ningún otro prelado o sacerdote de un perfil similar, no pueden ser los candidatos llamados a ocupar la sede de Barcelona, ni ninguna otra de Cataluña, ya que la tradición eclesial, pastoral y cultural que representan son incompatibles con el sentir de una mayoría de la comunidad católica a la que deberían servir, más cuando, monseñor Cañizares, se ha significado muchas veces, defendiendo posiciones ideológicas beligerantes con los sentimientos patrióticos de la inmensa mayoría del pueblo catalán y con algunos valores sociales compartidos de forma muy transversal en nuestro país.
Oraremos a Dios para que ilumine las personas que tengan encomendado presentar el candidato definitivo para que encuentren la persona que mejor pueda acompañarnos en el camino de la fe y del anuncio del Evangelio.
Barcelona, 19 de mayo de 2014