Intentamos que el Tribunal de Estrarburgo diga que la justicia no ha funcionado, que no se puede tardar trece años en dirimir si un despido es nulo
La profesora de religión Resurrección Galera, que no fue renovada en 2001 en un colegio público tras casarse por lo civil con un divorciado, ha recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrarburgo, porque entiende que «la justicia no ha funcionado en nuestro caso».
En declaraciones, el marido de la docente, Johannes Romes, ha indicado que la readmisión indefinida de Galera no se materializó nunca aunque su despido fue declarado nulo y ha declarado que «se ha dicho que fue un despido nulo pero las consecuencias no se contemplan en ninguna parte».
La demanda hace referencia a la vulneración al Convenio Europeo de Derechos Humanos que impidió a Galera «ejercer mi legítimo derecho a la interposición de demandas sucesivas y anuales por despido nulo en los mismos términos».
En este escrito, la profesora insiste en que no ha sido readmitida y que ha «dejado de percibir los salarios de al menos 11 años y he perdido las correspondientes cotizaciones a la Seguridad Social», señala» a la vez que cuantifica en 157.287 euros la indemnización que debe pagar el Estado.
Romes ha indicado que él y Galera son conscientes de que «no habrá novedades al menos en uno o dos años» y ha señalado que han decidido «demandar al Estado español porque la justicia ha sido lenta e injusta; ha tardado trece años para dirimir si un despido era improcedente o nulo, y no contempla lo que ha hecho esta persona durante ese tiempo, trabajando en cosas que no le competen o viviendo del paro».
En esta línea, el cónyuge de la profesora ha incidido en que los más de 40.000 euros de indemnización que le fueron entregados a Galera eran brutos y ahora distintos organismos les reclaman parte de esta cuantía, como por ejemplo el INEM, que les pide 11.000 euros.
«Es kafkiano, es injusto lo que han hecho. Intentamos que el Tribunal de Estrarburgo diga que la justicia no ha funcionado, que no se puede tardar trece años en dirimir si un despido es nulo. Eso es media vida laboral prácticamente, si eso es justicia, apaga y vámonos, ha concluido Romes.
(RD/Agencias)