La OHSJD está preparando un equipo de profesionales sanitarios para enviar lo antes posible, además de poner en marcha la campaña "Paremos el Ebola en África del Oeste"
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha informado esta mañana del fallecimiento esta madrugada de la Hna. Chantal Pascaline a causa del Ebola en el Hospital San José de Monrovia.
A pesar de los cuidados que estaba recibiendo por parte de un enfermero voluntario, que es la persona que está atendiendo también al Hno. Georges Combey, que también se encuentra en un estado muy preocupante de salud.
La OHSJD está preparando un equipo de profesionales sanitarios para enviar lo antes posible, además de poner en marcha la campaña «Paremos el Ebola en África del Oeste».
«Estamos esperando la muerte«, aseguró hace dos días la hermana Catherine, una de las religiosas que, junto a las Misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal (fallecida esta madrugada) y Paciencia, permanecen aisladas en Monrovia.
La hermana Catherine, continúa con suero tras pasar dos noches con fiebre, vómitos y diarrea, quiso recordar cómo en la madrugada del jueves se llevaron al padre Miguel Pajares y a la hermana Juliana en un avión en el que solo había «dos plazas para los españoles».
Los religiosos reclaman ser trasladados a España al igual que sus hermanos: «Llevamos cuatro o cinco días pidiendo y pidiendo y pidiendo pero no habido forma«, remarcó. La hermana Catherine narró que tenían esperanzas de irse en el avión español y que estaban preparadas para marcharse pero que cuando les dijeron que no «nos quedamos tristes y hundidas».
Después de la marcha de los dos españoles, en el hospital de la orden de San Juan de Dios de Monrovia quedan la hermana Catherine, George Combey (ghanés), las misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal Mutwameme y Paciencia Melgar, ambas contagiadas, y el matrimonio formado por el administrador, Eugene Osei-Wusu, y su esposa, Gloria, ambos de nacionalidad ghanesa.
Según explicó la religiosa, los que aún permanecen asilados en el convento contiguo al hospital, ella, la hermana Paciencia y un hermano de San Juan de Dios, están «mal». Al menos cuentan con la ayuda de dos trabajadores amigos que «se están arriesgando» para cuidarles.
En cualquier caso, cada vez tienen menos esperanza. «Si no hay medicamento para esto –señala Catherine–, ¿recuperarnos? Estamos esperando la muerte. Los síntomas debilitan mucho«.
(Rd/Agencias)