El principio del Evangelio es dar de comer a la niña hambrienta y enferma, en Madrid, en Gaza o en Liberia
(Xabier Pikaza).- Primer dogma, que la niña se cure, que la niña coma. El principio del Evangelio es dar de comer a la niña hambrienta y enferma, en Madrid, en Gaza o en Liberia.
El gran problema no es nacer (a pesar de la tragedia del aborto), sino que los nacidos, niños y niñas, coman y puedan crecer… aunque sólo tengan las migajas del mundo rico. Pero millones y millones de niños no tienen ni migajas, mientras la mesa del mundo rico (parte de Europa, América y Asia) rebose de bienes que acaban pudriéndose.
El evangelio de hoy nos sitúa de manera directa ante la enfermedad y el hambre de los niños en Liberia o del estrecho de Gibraltar… de cualquier lugar de la dura geografía del hambre. Pues bien, la madre de esta niña pagana de Tiro, en la misma costa de Gaza (hoy sería musulmana) enseña a Jesús la mayor de las lecciones: Lo que importa, por encima de religión, de la economía mundial o de política, es que la niña viva.
Para leer el artículo completo, pinche aquí