Se han levantado voces no solo cuestionando las funciones del Nuncio, sino pidiendo derechamente que ya es hora de que la Iglesia saque a los nuncios de los países
(Jaime Escobar, RyL).- A medida de que se saben detalles de la ya famosa e inaceptable investigación canónica de que son víctimas los padres José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, sale a luz pública el cuestionado rol de los nuncios y sus fastuosas nunciaturas en cada país. En Chile el caso particular del Nuncio don Ivo Scapolo, no es una excepción, tanto por su enigmático quehacer investigativo siempre rodeado de secretismo, como por su lejanía del mundo de los pobres…
Primero que nada hemos de decir que en el origen el rol de los nuncios es una expresión del poder Vaticano. Es el Estado Vaticano quién designa a su representante quién, en el nombre del Papa, lleva las relaciones de estado a estado. Además, en una tradición tan anticuada como obsoleta se le concede al Nuncio ser «decano del cuerpo diplomático». Es decir, un estado minúsculo, es el más importante por sobre el resto de los embajadores acreditados en un país determinado.
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