Una homilía no puede limitarse a ser una exhortación piadosa o un discurso moralizante
(Martín Gelabert)- Uno de los buenos profesores que he tenido contaba que un día que, en clase, los alumnos le preguntaron cuál era el método para hacer una buena homilía. Y el sabio profesor, con una pizca de humor, contestó: «el método Co-co-co». Que traducido significa: con-tenido, con-vicción, co-municación.
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