Llegará pronto el día en que peregrinos y caminantes vendrán a Compostela por otras razones (culturales, sociales, míticas…) pero no entrarán a saludar al Apóstol
(Xabier Pikaza).- Pensé que era fácil y quise comulgar en Compostela, hace cinco días, tras acabar un cursillo protestante en A Coruña. Llegamos a la ciudad del Apóstol una radiante mañana de sol y sentimos el bullir de cien naciones peregrinas en la Rúa de los Francos; pensé que el centro y meta de su camino era la Catedral, y en la Catedral Jesús, el Señor del Apóstol Santiago (mensajero de paz en los confines de la tierra), el Cristo de la comunión universal o Eucaristía.
Llegamos a la Puerta de las Platerías y allí empezó la triste aventura de comulgar como católico cristiano en Compostela, en la Misa del Peregrino, a las doce de la mañana.
Ésta es la historia de los tres obstáculos y del gran escándalo de la Comunión en Compostela. Buen día a todos, buen deseo de que corrijan algunas cosas en la Catedral de Santiago.
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