(José Moreno Losada).- El nuevo Arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz, Celso Morga, que ya se encuentra en la capital, para su entrada oficial el próximo sábado, día 15, ha compartido espacios programados de la vida diocesana. Ayer, jueves, ha participado en el consejo del presbiterio en el que Don Santiago García Aracil lo ha presentado de un modo de sencillo, y con la misma sencillez él ha dirigido las primeras palabras improvisadas a estos representantes del presbiterio que tienen como misión aconsejar al obispo en aquellos asuntos de interés pastoral de la diócesis que se consideren de importancia para el funcionamiento de la misma.
En su alocución a los sacerdotes presentes les ha manifestado, con sinceridad y cercanía, los primeros sentimientos de esta llegada a nuestra diócesis:
«No nos hemos elegido… ni vosotros a mí, ni yo a vosotros. Probablemente vosotros esperabais o pensabais en otra persona como obispo vuestro, y yo también pensaba otras cosas para mí. Pero a través de los hombres y sus pensamientos, Dios actúa y él ha querido que caminemos juntos. Confiemos en la providencia y vivámoslo así». Con estas palabras se ha dirigido esta mañana Don Celso Morga a los sacerdotes del consejo del presbiterio de Mérida-Badajoz.
Con bromas ha manifestado que en Roma se dice que después de la muerte lo peor es una mudanza y más a una edad. Pero él ya la está haciendo y manifiesta ante su clero que viene con el deseo de servir a la Iglesia y a todos nosotros, con deseos de cordialidad para con los sacerdotes para compartir su amistad. Ante el consejo reconoció que el considera este instrumento diocesano como una realidad de gran valor, que debe ser cuidado.
Comentó su conversación última con el Papa Francisco y su interés por la realidad de España, con el deseo -sueño de Francisco, le llama el obispo Celso- de una España que ha de volver a ser referente de espíritu cristiano en este momento de la historia, tanto para Europa como para Latino América, donde siempre se mira a esta realidad con calor especial. Especialmente desde Argentina. Volvió a comentar con el papa al despedirlo le repitió dos veces que lo hiciera bien, y al comentarle que entendía por hacerlo bien, le dijo que se lo pidiera a la Virgen María para que le iluminara en su trabajo.
Desde el deseo de servir presentó lo que podría ser máxima de un pastor, de todos los sacerdotes así como de cualquier bautizado: «Haciendo la voluntad de Dios, todo sale bien».
Don Santiago ha manifestado que más que hablarle de la diócesis, pondrá en sus manos el último informe sobre la diócesis que se preparó, por parte de todos los organismos diocesanos, para la visita ad límina a Roma; entiende que es el mejor medio de recibir una información objetiva de lo que se viene realizando en los distintos campos pastorales. Aunque el mejor conocimiento será el que le llegue de su propia observación y vivencias en este tiempo previo a la sucesión para ocupar el arzobispado titularmente.
La temática central del consejo hoy era reflexionar sobre las acciones propuestas por una comisión, creada con miembros laicos de la diócesis junto a algún sacerdote y religioso, para el trabajo de evangelización de cara a las personas que se encuentran en situación de alejamiento con respecto a la Iglesia y al mensaje del Evangelio.
Tras presentar dichas propuestas se generó un avivado debate participativo de los miembros del consejo acerca de dicho programa. Al final el nuevo arzobispo, invitado por el arzobispo actual a hablar sobre lo tratado, con humildad manifestó que sus trabajos en la curia romana habían tenido otros horizontes y preocupaciones y que actualmente los temas presentados, llenos de interés, le sonaban nuevos y se reconocía en este sentido necesitado de encontrarse e introducirse en ellos para poder compartir esta tarea y proyecto diocesano.
También se le pidió, como primera tarea con el clero, que fuera él quién dirigiera una sesión de formación para el clero de la archidiócesis acerca del tema específico:«Qué sacerdote es necesario para una pastoral misionera, para una nueva evangelización hoy». Pidió tiempo para poder prepararlo y contextualizarse en nuestro presbiterio.
Tras el consejo se compartió fraternalmente la comida como primer signo de comunión entre éste pastor y el clero de Badajoz, representado en dicho consejo. Los sacerdotes le han mostrado su cercanía y deseo de que se encuentre bien en esta tierra, con este pueblo y en este presbiterio, él por su parte ha agradecido el ambiente que está disfrutando desde su llegada a la diócesis.
Ya hay más de ciento ochenta sacerdotes que han comunicado su asistencia a la eucaristía que se celebrará el próximo sábado, y en la que el Nuncio de su Santidad presentará las credenciales del nombramiento de Don Celso como Arzobispo coadjutor con derecho a sucesión de la archidiócesis de Mérida-Badajoz.