es “ejecutaron” los miembros de un batallón militar del Salvador, bajo inspiración del Mayor Roberto d'Aubuisson Arrieta (1944-1992), con cobertura de espionaje, se dice, de la CIA. Quienes les mataron conocían bien sus movimientos
(Xabier Pikaza).- Hoy se cumplen esos veinticinco años. Ignacio Ellacuría Beascoechea había nacido en Portugalete, Vizcaya (9.11.1930), y fue asesinado en San Salvador (15.11.1989). Era filósofo, analista político y teólogo, vasco SJ, naturalizado en el Salvador.
Fue discípulo y amigo de X. Zubiri, cuyo realismo filosófico e histórico quiso desarrollar. Como analista político fue el hombre que mejor comprendió la trama social de Centroamérica. Sus «lecciones» semanas de análisis socio-político, en la línea de Oscar Romero, como rector de la Universidad Centroamericana (UCA) le ganaron renombre internacional, y fueron en el fondo causa de su muerte. Como teólogo quiso ver a Dios en la trama de la vida humana, en línea de libertad.
Fue de los grandes protagonistas de la historia del Salvador, de donde tuvo que salir «desterrado» entre el 1977 y 1978, tiempo en el compartió con más intensidad los trabajos del Seminario Zubiri, en Madrid, donde nos conocimos. En noviembre del 1989 vino a Barcelona para recibir el premio de la Fundación Comín, en una situación de gran conmoción, que le hizo volver antes de tiempo al Salvador (13.XI.89). Fue asesinado el 16.XI.89. Los militares que le mataron robaron el importe del premio Comín que el tenía depositado en dólares en el estante de su habitación.
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