En las instituciones hay gente que plantea muchos problemas, y encima se creen el ombligo del mundo
(Martin Gelabert op).- El mal siempre sobra. Por eso siempre es excesivo. El bien es necesario y, por mucho que haya, siempre es bueno que haya más. Las noticias sobre el mal son llamativas. Las noticias sobre el bien suelen pasar desapercibidas. Estoy convencido de que el bien supera con creces al mal, porque si no fuera así, el mundo sería un infierno. Pero como el mal duele, parece siempre muy grande e importante.
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