A lo largo de la historia los cristianos nos hemos peleado, dividido, insultado más por las formas que por el fondo
(Manuel Mandianes).- No hace mucho comí con un misionero que evangeliza en tierras de ortodoxos. «El 70% de los habitantes son ortodoxos; los católicos no llegamos al 5%. No tenemos medios para hacernos visibles». Le pregunté: «¿Cómo son tus relaciones con los ortodoxos?».
-«Prácticamente no tenemos relaciones. Ellos se preocupan poco de la educación, de la salud de la gente», me respondió. Le dije: «Muy bien, pon tu saber y tus medios a su disposición».
-«Pero estaría dejando e lado la progresión de la Iglesia Católica en aquellas tierras en las que su presencia es mínima», contestó.
-«Tu que quieres, ¿extender la Iglesia católica o predicar la Buena Nueva? No podemos identificar Iglesia Católica con Buena Nueva».
-«Tus palabras me llevan a pensar que niegas que la historia de las herejías tenga un motivo objetivo», replicó.
-«No niego nada de eso pero desde entonces la lingüística, las ciencias sociales y humanas han avanzado mucho y pusieron en claro aspectos a los que entonces se prestaba poco atención o se desconocían por completo. Además, la Iglesia ha cometido errores a lo largo de la historia. El trato que ha dado a los herejes a o largo de la historia no son una de las joyas de la corona«.
-«Los que estamos en la brecha vemos las cosas de otra manera porque nos tropezamos con las dificultades del día a día», dijo.
-«Tienes toda la razón. Pero mira lo que hace el Papa Francisco (aún no había ido a Turquía ni había pedido al Patriarca que le bendijera). ¿Cuáles son las diferencias estrictamente evangélicas entre católicos y ortodoxos? Canónicas seguro que muchas. Es hora que los cristianos se den cuenta que lo importante no es el continente sino el contenido, de que predican lo mismo, de que…».
-«Basta, basta. Para ti todo es igual», exclamó.
-«Somos diferentes pero las la mayoría de las diferencias no afectan el meollo de lo que todos queremos predicar. A lo largo de la historia los cristianos nos hemos peleado, dividido, insultado más por las formas que por el fondo. ¿No crees que haríamos muchos más por el cristianismo y por la humidad si uniéramos nuestras fuerzas respetando las diferencias?».



