Sé que tu firmeza en este punto y en otros que más calladamente estás realizando te puede llegar a costar la vida
(Emma Martínez Ocaña).- Querido Papa Francisco: no creo que te llegue esta carta, yo no tengo acceso a ti, pero sí quiero expresar públicamente mi apoyo, admiración y aliento por tu tolerancia cero ante los abusos a menores y toda la corrupción económica y sexual que se esconde bajo tantas personas «honorables» que han manchado el nombre de la Iglesia de Jesús.
Sé que tu firmeza en este punto y en otros que más calladamente estás realizando te puede llegar a costar la vida. Sé que tu también lo sabes y no por eso te retiras ¡Gracias!
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