Meditarlos, cantarlos, rezarlos, bailarlos... acerca al corazón calor y luz de otra orilla
(Nicolás de la Carrera).- Se acerca la Navidad, y existe entre nosotros la devota costumbre de desempaquetar las figuras de barro y montar el Belén familiar, recordando a nuestros queridos antepasados que habitan ya el celeste Belén de la Paz y la Alegría. Del misterio de la Navidad se han escrito los más bellos poemas. Meditarlos, cantarlos, rezarlos, bailarlos… llena de gozo el alma y acerca al corazón calor y luz de otra orilla. Y siembra en nuestro pecho la bendita noticia de que Dios se ha hecho hombre y el hombre se hace amor.
Para leer el post completo, pinche aquí
