El nuevo arzobispo de Zaragoza ha ofrecido además "diálogo y leal colaboración" para trabajar por el desarrollo integral de Aragón "en solidaridad con otros pueblos de España"
Vicente Jiménez Zamora ha llamado hoy a la reconciliación en un mundo de divisiones y a una renovación moral frente a la corrupción durante la primera homilía que ha pronunciado en la basílica del Pilar tras tomar posesión de su cargo como nuevo arzobispo de Zaragoza.
Arropado por el nuncio apostólico en España, Renzio Fratini, dos cardenales, trece arzobispos -entre ellos el de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez-, y 24 obispos, Jiménez ha tomado posesión de la sede en el Altar Mayor de la Seo.
Posteriormente, se ha trasladado a la basílica del Pilar, donde ha leído su primera homilía, en la que ha abogado por «la reconciliación en un mundo de divisiones» y ha puesto como ejemplo la intercesión del papa Francisco entre Estados Unidos y Cuba, así por una «renovación moral frente a la corrupción en una sociedad, en ocasiones, carente de valores éticos y espirituales«.
Vicente Jiménez, hasta ahora obispo de Santander, ha resaltado la necesidad de promover una cultura «de la sobriedad y la solidaridad» y ha apuntado que la crisis económica y social no debe llevar al fatalismo ni al desaliento sino que debe ser una oportunidad para construir una sociedad «más justa y colocar a la persona humana en el centro de la cuestión social y económica».
El nuevo arzobispo de Zaragoza ha ofrecido además «diálogo y leal colaboración» para trabajar por el desarrollo integral de Aragón «en solidaridad con otros pueblos de España».
Antes de entrar en la basílica del Pilar, Jiménez Zamora fue recibido por el administrador diocesano, el Colegio de Consultores, el Cabildo Metropolitano y la Corporación Municipal, presidida por el alcalde, don Juan Alberto Belloch.
Tras besar el Lignum Crucis -la reliquia de la Cruz- y tomar el agua bendita, todos acompañaron a monseñor Vicente Jiménez Zamora a la capilla del Santísimo Sacramento, donde oraron unos momentos en silencio. Después la comitiva se trasladó al Altar Mayor.
Allí el Arzobispo electo pronunció sobre los evangelios la siguiente fórmula: «Yo, Vicente Jiménez Zamora, Arzobispo de la Archidiócesis de Zaragoza, juro y prometo sobre estos evangelios guardar la inmunidad de la iglesia Cesaraugustana y mantener y defender los privilegios, la libertad, los estatutos, la bula de unión, los acuerdos y las loables costumbres de dicha iglesia, siempre que no sean contrarios a las disposiciones de los sagrados concilios y del derecho común» e, inmediatamente, ocupó la cátedra. Desde allí se organizó la procesión hasta el segundo escenario del inicio de pontificado: la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
A las 17.00 horas, el nuevo Arzobispo fue recibido en la puerta baja del Pilar por autoridades autonómicas, judiciales, militares y académicas. Monseñor Jiménez Zamora se acercó hasta la Santa Capilla, donde en silencio saludó a la Santísima Virgen del Pilar, patrona de la Archidiócesis, de la Ciudad, de Aragón y Reina de la Hispanidad.
(Rd/Agencias)