A la confianza de nuestros lectores seguiremos respondiendo en el 2016 con nuestra fidelidad sincera y sentida a los principios básicos que rigen nuestra labor: profesionalidad, independencia y pluralidad
¡Feliz año 2016! El deseo no por repetido deja de ser sincero. Un año de gracia, esperanza y amor les deseamos, de corazón, a todos nuestros lectores, blogueros y anunciantes. Sin ustedes, RD no sería lo que es: la página de referencia en la información religiosa en español en todo el mundo. Con cinco millones de visitas mensuales y más de 1 millón de usuarios únicos.
Y una extraordinaria penetración tanto entre el público en general como entre los decisores. Gracias a todos y por todo. Especialmente a nuestros blogueros-columnistas que, con sus análisis, marcan muchas veces la diferencia.
El año que termina hemos seguido creciendo. Con nuevos anunciantes y con sonadas incorporaciones. Y con el viento a favor, en Roma y en España, del pontificado de Francisco que, a pesar de las resistencias, alumbra una nueva primavera en la Iglesia. Y, desde aquí, queremos contribuir decididamente a ella. Porque nadie puede parar la primavera en primavera.
A la confianza de nuestros lectores seguiremos respondiendo en el 2016 con nuestra fidelidad sincera y sentida a los principios básicos que rigen nuestra labor: profesionalidad, independencia y pluralidad. Se cuenta todo y se dice todo. La información sólo pasa por el tamiz de los criterios periodísticos de profesionales independientes. Aquí no se silencia a nadie ni de la derecha ni de la izquierda eclesial. Hay cabida para todos, incluso para los que se sitúan más en la frontera. Por ambos lados. Porque Iglesia católica somos todos. Y aquí nos lo creemos y lo practicamos.
Y abiertos también (y esperamos que cada vez más) a las demás religiones. Sobre todo, el protestantismo, el Islam y el judaísmo.
Porque ésas son también las claves de nuestro éxito. Y, porque, además, estamos convencidos de que, sólo así, podremos prestar un buen servicio a la profesión periodística, a nuestros lectores, al universo religioso y a la propia Iglesia católica.
RD ha supuesto para nosotros durante el año que termina un sinfín de satisfacciones y algunos problemas. El más doloroso, ver cómo algunos comentaristas de las noticias, escudados en el anonimato, realizan comentarios ofensivos y llenos de odio y rencor contra los católicos que defienden otras ideas. Los talibanes de la Red no tienen piedad y destilan odio hacia sus correligionarios más comprometidos. Ellos solos se descalifican e iremos afinando los sistemas de control de esos comentaristas-basura.
Si ni siquiera respetan al Papa (ellos que se decían tan papistas), ¿cómo van a respetar a los demás? Con su proceder dejan en evidencia que se catolicismo es pura y simplemente ideología neocon disfrazada de seguridad doctrinal.
Entre las satisfacciones, múltiples llamadas y correos de eminentes purpurados, obispos, sacerdotes, misioneros, monjas o simples ciudadanos, para dar las gracias por una información o pedir un favor. O incluso, trabajo. Y sobre todo, consejos espirituales. Ésta es una especie de enorme parroquia virtual de más de cinco millones de personas, que, con nosotros, se alimentan informativa y espiritualmente.
Dios ha llegado a la Red. Para quedarse. La información religiosa, que cada vez tiene menos espacio en los grandes medios tradicionales, ha encontrado acomodo, espacio y libertad en la Red de redes.
Feliz Año y que Dios los bendiga.
La Redacción de Religion Digital