Mi familia de Bangui sabe lo que quiere decir pasar muchos días sin tener nada que llevarse a la boca y pasando noches en blanco por miedo a las bandas armadas
(José C. Rodríguez).- Mamá Rosalie me llamó ayer, muy preocupada. Desde que pasé tres meses hospedado en su casa en un suburbio de Bangui a ella y a su marido les llamo «mi familia centroafricana» y cada vez que vuelvo allí por mi trabajo son ellos los que me dan de comer. Me dijo que había escuchado en la radio que el Papa va a visitar su país antes de finales de este año.
«¿Y qué tiene eso de preocupante?», le respondí sorprendido, alegando que debería ser un motivo de alegría. Al oir su respuesta no supe si echarme a reir o a llorar: «Es que en el mercado he oído que el Papa viene a llevarse a todos los curas y monjas de nuestro país para ponerlos a salvo en el Vaticano».
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