La fe se falsifica si no se realiza desde la lucha por la liberación integral del hombre
(Agustín Ortega).–Como ha trascendido en los medios de comunicación, parece que el Papa Francisco proclamará próximamente beato al arzobispo salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, cuyo proceso de beatificación abrió Juan Pablo II. El Papa Juan Pablo II, que visitó la Catedral Metropolitana de San Salvador y se postró ante la Tumba de Mons. Romero, decía de él: «Celoso pastor a quien el amor de Dios y el servicio a los hermanos condujeron hasta la entrega misma de la vida de manera violenta». Y el Papa Benedicto XVI manifestó que el pueblo salvadoreño se caracteriza por tener una fe viva y un profundo sentimiento religioso, gracias a los primeros misioneros y al fervor de «pastores llenos de amor de Dios, como Monseñor Öscar Romero». Ahora, El Papa Francisco reconoce que Mons. Romero es mártir, ya que fue asesinado «in odium fidei» (en odio por su fe) mientras oficiaba una misa en San Salvador.
Para leer el artículo completo, pulse aquí.