Con los santos no se trafica. El negocio de las reliquias tuvo su vigencia en el medievo, y tan solo habría de permanecer del mismo el recuerdo benévolo y piadoso de personas indoctas
(Antonio Aradillas).-¡Haga caso a los cristianos de a pie -sacerdotes y laicos- y ponga un tanto más de su parte por reducir el número, la majestuosidad y la «calidad» de las beatificaciones y canonizaciones en la Iglesia¡. Le dirijo este «correo» al haberse expandido tanto el eco de las polémicas suscitadas con ocasión de la «elevación al honor de los altares» del bendito FRAY JUNÍPERO SIERRA, con clara y comprobada conciencia de que su capacidad de mediación ante Dios, y la ejemplaridad de su vida, lo justificarían muy cumplidamente.
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