Era "un hombre entregado y fiel, sencillo y humilde, que es lo que importa", ha señalado Montanet
(Lorena Rodríguez, La Región).- Vilanova dos Infantes ha despedido este viernes entre muestras de dolor y consternación al párroco gallego Adolfo Enríquez Méndez, una persona «muy querida» y cuyo cuerpo fue hallado sin vida esta misma semana con aparentes signos de violencia. Con la tragedia todavía presente en los rincones de esta vecindad, esta localidad perteneciente a la comarca de Celanova se ha volcado hoy para despedir al que fue su párroco durante más de cuatro décadas. Lo cuenta Lorena Rodríguez en La Región.
Un acto emotivo a la par que sencillo, en el que han participado más de un centenar de sacerdotes de toda la provincia en la ceremonia oficiada por el obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet.
Entre las autoridades presentes, estuvieron en primera fila el alcalde de Celanova, José Luis Ferro, acompañado por el subdelegado de Gobierno, Roberto Castro, junto con los párrocos de toda la provincia y familiares de la víctima.
Son numerosos los vecinos de esta localidad y de los pueblos de alrededor que no se han querido perder la ceremonia, celebrada en el emblemático Santuario de la Virxe do Cristal, donde se ofició la misa, entre lágrimas y muestras de dolor. Se trata de un lugar al que el párroco le profesaba un gran cariño.
Llegados en varios autobuses, a pie o en coches particulares, los asistentes se concentraron en el exterior del santuario celanovés, para dar su último adiós a esta persona querida en esta villa.
Bondad y carácter afable, fueron algunas de las consideraciones más repetidas por los asistentes para recordar a su párroco.
Durante la ceremonia, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, en nombre de la Diócesis ourensana, ha mostrado su «más profundo pesar por la pérdida de este sacerdote» que formaba parte de la vida sacerdotal de la provincia y para quien ha pedido «esperanza».
Compartiendo el sentir de esta localidad, Montanet ha calificado de «incomprensible» lo ocurrido, en alusión al carácter «violento» e «inesperado» de la muerte, «un dolor que a veces atenaza nuestras vidas».
En este sentido, ha pedido que se clarifique cuanto antes «la muerte de don Adolfo», una persona de quien ha destacado que era «luchadora» y entregada a su vida sacerdotal.
Era «un hombre entregado y fiel, sencillo y humilde, que es lo que importa», ha señalado Montanet.
Concluida la ceremonia, la comitiva, conformada por familiares y vecinos, ha recorrido las calles de Vilanova hasta el cementerio municipal, donde descansan ya los restos de este párroco.
Allí, la familia dio su último adiós, ya en la intimidad, a Adolfo Enríquez, hallado muerto en un pajar anexo a la casa rectoral.
En lo que respecta a la investigación, por el momento no ha trascendido de forma oficial nueva información sobre las causas de la muerte del sacerdote fallecido, de 77 años, ya que este caso se encuentra bajo secreto de sumario.
La investigación, que se mantiene abierta, trata de determinar si el robo pudo ser la causa de la muerte de este párroco que también atendía, además de la parroquia de Vilanova dos Infantes, el santuario de la Virgen del Cristal, a la vista de que la casa había aparecido revuelta.
En declaraciones a los informadores, el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, ha llamado a la prudencia y ha pedido «que se deje trabajar a los investigadores».
El cadáver, por como fue encontrado, boca abajo, con sangre en la boca y con golpes, tal y como señalaba ayer el sacerdote de Viveiro, Freixo y Casardeita, Antonio Gómez, parece reforzar la hipótesis de una muerte violenta.
«Aunque estamos en el dolor de los familiares del sacerdote fallecido debemos dejar trabajar a los investigadores y que sigan su trabajo para detener lo antes posible a las personas responsables de eso«, ha remarcado hoy Roberto Castro.
Más allá de estos interrogantes, la vecindad se pregunta además qué ha pasado con la venerada imagen de la Virxe do Cristal, la imagen mariana más pequeña del mundo, que todavía no ha podido ser localizada.
Fuentes del Obispado han declinado concretar si finalmente pudo inspeccionarse ya a fondo la casa rectoral por si estuviese oculta.
En la localidad de Celanova las banderas ondean ya a media asta, coincidiendo por los tres días de luto oficial.