Me da que el vino es muy nuevo para querer devolverlo a odres viejos
(José Moreno Losada).-Querido Pedro Manuel: En el día del seminario, cuando celebramos a San José, uno la jornada vocacional a tu persona y a tu fotografía. Me sirves como estampa y oración ante el Padre que sigue llamando en los corazones y nos sigue haciendo testigos de cómo llega a lo entrañable del ser humano, para invitar con la suavidad del que ha creado y cree en la libertad radical del ser humano.
Es cierto que la Iglesia se está preguntando actualmente por muchas cosas, le llega la interpelación de un tiempo y de una cultura nueva que exige una reflexión profunda y un redescubrimiento del propio ser a la luz del Evangelio de la Vida que siempre permanece. Nuestra iglesia diocesana se siente muy tocada en la reflexión acerca de las vocaciones sacerdotales, últimamente casi como una idea fija. Las conversaciones se centran mucho en los modos y medios para recuperar lo perdido, lo que antes era: modos de propaganda y captación, la oración, la invitación directa y explícita, el enseñar el seminario… como si se hubiera perdido algo que hay que recuperar.
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