La Religión de Jesús es una Religión de Liberación contra toda opresión: política, económica, religiosa, ideológica, cultural, de expresión y de conciencia
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(Faustino Vilabrille).- Tal como hemos anunciado en el comentario el Dios en quien no creo, hoy vamos a intentar exponer en lo posible el Dios en quien creo.
De partida tenemos que decir que Dios es el Otro, que nos trasciende totalmente, y por tanto de El, desde nosotros mismos, poco podemos saber, y de lo poco que sabemos, sabemos poco.
Por tanto, nuestra vía para conocerlo va por otro camino: Jesús de Nazaret. El, con los hemos y palabras de su vida, nos ha descubierto quién es y debe ser Dios para nosotros. Es un tema muy amplio.
Señalaremos solo unas líneas vertebrales, yendo más allá de la exacta literalidad histórica de las palabras para buscar su mensaje, que es lo importante; cada uno podemos sacar conclusiones bien concretas, correspondientes a la realidad de nuestro tiempo, para nosotros mismos y para el mundo en que vivimos, confrontando el Evangelio con la realidad de la vida, como un espejo que va reflejando en si mismo todo aquello por donde pasa, pues el Evangelio, donde quiera que sea, siempre tiene algo que decir, y por más veces que lo leas siempre descubres algo nuevo. Es así de maravilloso, porque maravilloso fue aquel gran Jesús de Nazaret que le dio origen.
Cada apartado lleva un enunciado en negritas, que es lo esencial. Lo que sigue es una ampliación de ese enunciado, así como las citas correspondientes a los textos evangélicos en que se sustenta, que nos pueden ayudar a conocer mejor al Dios de Jesús de Nazaret.
1.- Creo en el Dios de Jesús que responde con hechos de liberación a los problemas, necesidades y sufrimientos de los hombres de su tiempo como debemos responder nosotros hoy a los de nuestro tiempo. Así lo hizo innumerables veces en su vida, restaurando la salud a toda clase de enfermos, dando de comer a la gente, escuchando a los atribulados, dignificando a las personas para librarlas de su marginación y opresión social. Así nos lo enseñó identificando amor a Dios y al hombre en Mateo 22,36-40 y de manera muy gráfica con la parábola del Buen Samaritano en Lucas 10,29-37; casi todo el Evangelio son narraciones de constantes hechos de liberación que Jesús practica con la gente, para terminar diciéndonos que hagamos nosotros lo mismo, porque solo es liberador aquello que libera en la realidad concreta: «vete y haz tu lo mismo»: Lucas 10,37. La Religión de Jesús es una Religión de Liberación contra toda opresión: política, económica, religiosa, ideológica, cultural, de expresión y de conciencia.
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