La era Rouco, que tan mal epílogo ha tenido, no dejaba de emponzoñar la visión de la jerarquía patria sobre la situación social, económica y política
(Bernardo P. Andreo).- Con un cierto retraso, la Conferencia Episcopal Española pone su reloj en hora con Francisco. Han sido casi tres años de evitar tomar las indicaciones que el nuevo pontificado estaba dando con toda claridad sobre la dimensión social de la Iglesia.
Hemos podido ver, con dolor, cómo ‘la Iglesia que peregrina en España’ daba la espalda al sufrimiento de tantos millones de hombres y mujeres que han sufrido las consecuencias de la mal llamada crisis económica. La era Rouco, que tan mal epílogo ha tenido, no dejaba de emponzoñar la visión de la jerarquía patria sobre la situación social, económica y política, manteniendo las amarras con las políticas y los políticos responsables de esta catastrófica situación, que tiene tanto de inmoral como de injusta.
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