"La pobreza no es consecuencia de un fatalismo: tiene causas responsables"
(Agustín Ortega).-La CV reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha tenido como resultado un muy significativo e imprescindible documento, la Instrucción Pastoral «Iglesia, servidora de los pobres». Siguiendo a otros documentos eclesiales, a la Doctrina Social de la Iglesia y al magisterio del Papa Francisco- en especial, la EG-, los Obispos Españoles nos presentan la misión de la iglesia al servicio de la salvación liberadora con los pobres. La Gracia de Dios, su Amor y Justicia, nos regala la salvación que, mediante la iglesia y su misión, supone constitutivamente la liberación integral con los pobres de la tierra.
Así, en la línea de otro documento anterior muy relevante e ineludible de los Obispos Españoles, La Iglesia y los pobres, se nos muestra como «el servicio a la liberación del pobre debe ser integral. Y, en consecuencia, «lo que debemos evitar siempre es hacer un uso parcial y exclusivista del concepto de liberación reduciéndolo solamente a lo espiritual o a lo material, a lo individual o a lo social, a lo eterno o a lo temporal»» (n. 24). «Cada cristiano y cada comunidad estamos llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres» (n.35).
No hay pues misión de la iglesia sin promover la salvación que Dios en Cristo nos trae, y que se realiza en la justicia liberadora con los pobres, en la promoción y liberación integral con los empobrecidos de la tierra. Lo que ineludiblemente, «para un enfrentamiento lúcido y eficaz contra la pobreza, exige indagar en cuáles son las causas y los mecanismos que la originan y de alguna manera la consolidan».
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