La situación de los cristianos en Alepo es muy difícil, y la ciudad está pasando por momentos difíciles debido a la violencia, que afecta tanto a las personas como a las piedras
(Estefanía Aguirre, Maristas).- Maristas sirios pidieron ayuda al Patriarca Cardenal Mar Bechara Boutros Raï durante su encuentro en la sede Patriarcal en Bkerke, Líbano, el 12 de mayo. «Hemos pedido al Patriarca ayuda para encontrar soluciones para la paz en Siria, frente a la despiadada máquina de la muerte y la destrucción,» afirmó el hermano George Sabe, Marista de Alepo (Siria).
Durante el encuentro con el Superior General de los Hermanos Maristas y una delegación de consejeros y superiores de los hermanos en Europa, Siria y el Líbano, el Patriarca reiteró que «el cristianismo arraigado en Oriente debe permanecer en él y por ello hay que echar una mano y ayudar en todos los niveles».
El Patriarca les dió su bendición y les orientó sobre una serie de temas relacionados con los asuntos educativos.
El encuentro con el Patriarca formó parte de la agenda de una reunión de la Conferencia Europea Marista que tuvo lugar en Harissa del 11 al 13 de mayo.
El hermano Sabe indicó que el grupo de los Hermanos Maristas eligió el Líbano para una conferencia de superiores regionales, específicamente Betania, para una conferencia de superiores regionales «a fin de estudiar la situación educativa, social y humanitaria de nuestras instituciones en sus lugares de implantación en Europa, Líbano y Siria».
«Hemos escuchado la explicación del Patriarca sobre la situación actual en la región, hecha de una manera abierta e histórica, que nos introdujo en la historia de la presencia cristiana en Oriente y su relación con el mundo musulmán,» señaló el hermano Sabe.
«Explicó la importancia de tener un papel de Iglesia, un papel de anuncio del Evangelio que lleva la paz en la región con un idioma distinto del idioma de la guerra, el idioma de la vida en común con el mundo islámico», añadió.
El marista sirio explicó que «la situación de los cristianos en Alepo es muy difícil, y la ciudad está pasando por momentos difíciles debido a la violencia, que afecta tanto a las personas como a las piedras. La destrucción de barrios residenciales cristianos y de algunas iglesias y catedrales, además de las dificultades cotidianas, han agotado a la gente y ha provocado el desplazamiento de un gran número de familias cristianas de la ciudad de Alepo. Hemos pedido al Patriarca ayuda para encontrar soluciones para la paz en Siria, frente a la despiadada máquina de la muerte y la destrucción».
Después de la visita el Superior General, Emili Turú, afirmó que «los miembros de la delegación han valorado mucho esta reunión que les dio una imagen fiel de la realidad cristiana en Oriente Medio después de escuchar la explicación del Patriarca sobre el asunto.