No hay reparto del bienestar: las multinacionales son 'tragaperras'
(Carlos E. Rodríguez ).- Los rasgados de vestiduras se daban entre fariseos con más frecuencia que entre gentes que solo poseían una túnica en el ropero…cuando tenían ropero. Con mesura, con afecto, el Papa en su «Laudatio Si», dialecto de Umbria de donde era San Francisco, nos sugiere – ni ordena ni manda -, que prestemos atención a este inmenso basurero -físico y psíquico o espiritual – que estamos construyendo entre todos.
«Usa la ecología como excusa para hablar del hombre y de Dios». Las conciencias «eczematosas», se soliviantan, se molestan ¿Será por aquello de «Se enojan mis compadres cuando se le dice las verdades«? No ha dicho algo que estuviera fuera de la certeza.
Primero, llama la atención a lo físico, a lo mal que estamos haciendo la conservación del planeta, de la desigualdad de ambiente en uno u otros hemisferios. ¡De que considera lo tendríamos que hacer mejor!
Segundo extiende la crítica de la contaminación al comportamiento humano, al reparto de bienestar, señalando las multinacionales – típicas instituciones de poder económico, como consabido modelo de máquina » traga perras». ¡Poderoso caballero es Don Dinero!
No obstante su discurso es reflexión y sugerencia, dicha con mesura y afecto, poniendo sobre la mesa, un análisis no partidista, sino limpio, siendo no solo una consideración realizada por alguien que no se dedica a la política, sino que propone un claro y generoso diagnóstico realista de la situación mundial, pues algún mandatario ya le contestado que el haría lo que creyera oportuno.
En fin, una manera poco elegante – más bien consonante – de decirle que se callara. Cinco aspectos básicos:
1. Desequilibrio económico del planeta, del reparto tan inicuo que mantiene
2. El calentamiento global es real.
3. Es principal resultado de la actividad humana
4. Los países ricos tienen una «deuda ecológica» con los países pobres
5. Creación de instituciones internacionales fuertes
Al mismo tiempo, alza la voz contra la tecnificación obsesiva y un falso humanismo que, en el fondo, relega a la persona en beneficio de la máquina.
¿Comunista? ¿Socialista? Esos baratos juicios de valor ya indican la mollera de quien los emite. La religión católica no es un partido político.Es… para todos. Sabe subsanar sus errores y habla de reparto equitativo, de ética y moral humanas, de preocuparse de la pobreza, de tratar la riqueza como fuente de bienestar común, de no esperar a catástrofes para ser simplemente humano, sociable, amigo.
Desgraciadamente, quizás el ser humano necesita drama y sangre para salir de su hedonismo. Y aquello de «todos queremos más» es un ancla genética que hay que desenganchar.
La publicación de» Laudatio Si» se produce unos tres meses antes del viaje oficial a realizar por el Papa a EE.UU, donde se dirigirá a la Asamblea General de Naciones Unidas y a las dos cámaras del Congreso estadounidense.
Es un texto que producirá controversia, tanto de dentro de la Iglesia como de fuera.