Los inmigrantes han sido desalojados por la Policía marroquí, que asegura que la marcha ha sido pacífica, del barrio de Bukhalef
Unos 250 inmigrantes subsaharianos se encuentran encerrados en la sede del Arzobispado de Tánger y en su catedral, después de ser expulsados de sus alojamientos en el barrio de Bukhalef. Estas personas han sido acogidas por el arzobispo, el español Santiago Agrelo.
Los inmigrantes han sido desalojados por la Policía marroquí, que asegura que la marcha ha sido pacífica. Sin embargo, colectivos de ayuda a los inmigrantes denuncian que la actuación policial ha sido violenta y que, al menos, podría haber una víctima mortal.
(RD/Agencias)