La Asunción de María nos ayuda a trabajar en la fe nuestra propia resurrección
(Jonny Pereira).- El día de la Asunción de la Virgen María, la ciudad de Coro se vistió de fiesta. A las 10 am en la Catedral Metropolitana y primada de América del sur de Santa Ana de Coro, se celebró la ordenación de 6 nuevos sacerdotes siento presidida por Mons Roberto Luckert Arzobispo de Coro y obispo de Punto Fijo. La catedral estaba abarrotada de fieles, así como la asistencia de gran cantidad del clero arquidiocesano y de otras diócesis que vinieron a acompañar a los neopresbiteros en su ordenación.
Los ordenandos fueron: Robinson Jiménez de la parroquia Nuestra Señora de Coromoto en Punto Fijo; Luis Karol Sosa de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Tucacas; José Daniel Escalona de la parroquia San Isidro Labrador de Mirimire; Regino José Cotis de la parroquia Santo Niño Jesus de Coro; Oberto Jesús Amaya de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la Vela de Coro y David Martínez de la parroquia de la Santísima Trinidad de Coro.
Hay que resaltar el impulso vocacional que nuestro arzobispo ha dado a su misión pastoral; a su llegada a la Diócesis de Coro (que fue elevada al 23 de noviembre de 1998 a Arquidiócesis metropolitana mediante la bula Usque omnium del Papa Juan Pablo II.) Se encontró con la terrible situación de la penuria de vocaciones y comenzó sin descanso a trabajar en la promoción vocacional, ya recogiendo frutos abundantes. La Arquidiócesis cuenta con 40 parroquias junto con un seminario (etapa filosófica) y cuenta con más de 70 sacerdotes para la atención pastoral. La media de edad del clero es de 35 años. Un logro muy importante para la vida de la Iglesia Diocesana.
En la homilía el sr. Arzobispo recordaba la necesidad de que «el sacerdote profese una sólida devoción Mariana, que lleve a profundizar en el camino del discipulado en el seguimiento de Jesús… La celebración diaria de la Eucaristía, el sentarse y dedicar tiempo a atender a los fieles en el sacramento de la confesión». Enfatizó a los sacerdotes la necesidad de llenar la vida espiritual con la oración litúrgica (breviario). Por ultimo les exhortó a ser como María a ser servidores de la comunidad, no siendo dominadores de la heredada de Dios sino sus humildes servidores por medio de la caridad pastoral. En el marco de la fiesta de la Asunción recordó «que en María se realiza la realidad futura de la Iglesia y que ella nos anima a trabajar en la fe nuestra propia resurrección».