Las inundaciones han dejado ciudades y pueblos enteros sepultados por el barro y alrededor de un millón de personas se han visto afectadas
(Misiones salesianas).- La situación en Myanmar tras el paso del ciclón Komen es aún muy difícil. «Hay pueblos a los que todavía no ha llegado ayuda, sobre todo en la zona de Chin Hills. La única vía posible es hacerlo en helicóptero», explican los misioneros salesianos que trabajan en el país.
Las inundaciones han dejado ciudades y pueblos enteros sepultados por el barro y alrededor de un millón de personas se han visto afectadas. «Pero lo más grave es que muchos campos de arroz han quedado destruidos y ningún alimento básico está garantizado para el próximo año», añaden los misioneros. Según el Gobierno, cerca de medio millón de hectáreas de campos de arroz están bajo el barro.
Los misioneros salesianos en Myanmar, con la ayuda de cientos de voluntarios y colaboradores, están trabajando en la limpieza de carreteras, casas, calles y escuelas. «También estamos repartiendo comida, agua, mosquiteras, medicinas… Estamos preocupados por la posible propagación de enfermedades debido a las aguas estancadas», advierten los misioneros. El gobiernode Myanmar ha alertado de una posible epidemia de dengue.
Myanmar es un país donde la pobreza es crónica y desastres como este han provocado que millones de personas hayan perdido lo poco que tenían. «Las personas, pero sobre todo los niños y niñas, están desanimados y han perdido la esperanza», explican los misioneros. «El trabajo que nos queda por delante es aún muy grande», añaden.
Desde MISIONES SALESIANAS pedimos ayuda para que Myanmar pueda volver pronto a la normalidad y que los niños y niñas recuperen sus sonrisas. Para todos los que quieran colaborar lo pueden hacer a través de nuestra web www.misionessalesianas.org
o en la cuenta del Banco Popular ES77 0075 0001 82 0606999039