Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio
Las entidades de acción social de la Iglesia católica en España —Cáritas, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús, y Justicia y Paz– han invitado a todas las diócesis de nuestro país a celebrar una vigilia de oración el próximo sábado 12 de septiembre que sirva para abrir un espacio de oración y reflexión sobre la realidad de los refugiados y migrantes de cara a la cumbre extraordinaria que los líderes comunitarios de la Unión Europea (UE) celebrarán el próximo lunes, 14 de septiembre.
Estas organizaciones hacen un llamamiento a todas las comunidades diocesanas y parroquiales a implicarse de forma activa en esta acción para que, juntos, logremos hacer un llamamiento que exija unas políticas migratorias y de refugio más humanas, tanto dentro de nuestro país como en la Unión Europea. Es necesaria la movilización de todos para que los responsables políticos brinden una respuesta humanitaria generosa, que ponga la vida y la dignidad de las personas en el centro.
Desde Cáritas Española, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz reiteran su voluntad de desarrollar una estrategia estatal conjunta como entidades de acción social de la Iglesia católica en España, para organizar una respuesta generosa y coordinada al llamamiento que el Papa Francisco ha dirigido este domingo a las «parroquias, las comunidades religiosas, los monasterios y los santuarios de toda Europa» para acoger a los refugiados.
Por su parte, los Hermanos Maristas están ofreciendo la casa general para acoger a refugiados sirios tras una llamada del Papa a toda la Iglesia europea durante el Ángelus del 6 de septiembre.
«Tanto los miembros del consejo general como yo mismo, damos nuestra total adhesión a esa maravillosa iniciativa (del Papa), ofreciendo de inmediato la casa general para la acogida de alguna familia,» dijo el superior general, Hermano Emili Turú, en un una carta a los Hermanos provinciales de Europa, el 8 de septiembre, invitándoles a hacer lo mismo.
En una entrevista con la oficina de prensa de la casa general el 7 de septiembre, afirmó que «vamos a contactar con Cáritas de inmediato para ver cómo nos coordinamos».
«Es una manera concreta de dar respuesta a esta emergencia que hay en Europa», señaló.
Recordó el momento en el cual la casa general acogió a refugiados de Eritrea, cuando él estudiaba en Roma, en la década de los 80.
En su carta a los hermanos Provinciales en Europa, el H. Emili les animó a hacer lo mismo. «Os animo, queridos hermanos, a que nos pongamos todos al lado del Papa Francisco, secundando su iniciativa y haciendo de nuestra Iglesia un lugar de acogida, ternura y misericordia», indicó.
«Estoy seguro de que la creatividad del amor os estimulará a encontrar los mejores caminos para dar las respuestas más adecuadas en cada caso«, agregó.
Finalmente, Don Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los Salesianos, ha enviado un comunicado a los Provinciales de las Inspectorías de Europa en el que insta a buscar soluciones para poder acoger en las casas salesianas a los refugiados que están llegando al continente en estos días.
«Me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de inmigrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a los jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio», expresa el Rector Mayor en su carta.
A continuación, la carta enviada por el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, a los Inspectores de Europa, por la emergencia de los refugiados.
Mis queridos hermanos Inspectores:
Reciban mi cordial y afectuoso saludo desde Argentina, donde hemos tenido una maravillosa celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, con más de siete mil jóvenes durante tres días.
El domingo, mi Vicario, Don Francesco Cereda, me informó en la noche acerca de lo que había dicho el Papa Francisco, en relación a los inmigrantes, y su llamada a la fraternidad, solidaridad y acogida. Hemos dialogado y creo que es momento oportuno para ofrecer, por parte nuestra, aquello que se pueda.
Ciertamente estamos viviendo desde hace tiempo, y en estos días de forma más dramática, la enorme tragedia de los refugiados y de los inmigrantes que a miles huyen de sus países debido a la guerra, las destrucciones, el hambre, las persecuciones y desembarcan en Europa, exponiéndose a graves peligros al atravesar el y por el chantaje de los contrabandistas.
Vienen con la esperanza de poder encontrar paz y serenidad, de comenzar una nueva vida, de encontrar vivienda y empleo; y muchas veces no encuentran condiciones de acogida, sino incluso de rechazo. De frente a tanta tragedia no podemos permanecer indiferentes a tantas necesidades.
El Papa Francisco en el Ángelus ha lanzado un fuerte llamado, dirigiéndose a Europa: «Ante la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre, y están en camino a una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser «cercanos» a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No es simplemente decir: ‘¡Coraje, paciencia…!’. La esperanza – dijo el Papa – es combativa, con la tenacidad de los que van hacia un destino seguro. Por lo tanto, en la proximidad del Jubileo de la Misericordia, hago un llamado a las parroquias, las comunidades religiosas, los monasterios y los santuarios en toda Europa para expresar lo concreto del Evangelio y acoger a una familia de refugiados. Un gesto concreto en preparación del Año Santo de la Misericordia. Cada parroquia – reiteró el Papa – cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede una familia, comenzando por mi diócesis de Roma. Me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que sus diócesis apoyen este llamado que hago, recordando que Misericordia es el segundo nombre del amor: ‘Todo lo que han hecho por uno de estos mis hermanos más pequeños, lo han hecho por mí’ (Mt 25,40)».
También yo me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de inmigrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a los jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio.
Don Bosco, de quien hemos apenas terminado el Bicentenario de su nacimiento, nos enseña lo concreto de las respuestas. Esto nos lo ha recordado el Papa Francisco en la visita a Valdocco del pasado 21 de junio: «Les agradezco por su respuesta concreta a las cosas… El salesiano es concreto: ve el problema, lo piensa y lo toma en sus manos».
En nombre de la caridad y fraternidad evangélica, como llamada del Señor y grito que ha hecho el Papa Francisco, les agradezco que con generosidad movilicen todos los recursos posibles en favor de quienes con urgencia nos necesitan. También les agradeceré que me hagan saber qué es lo que se ha ido determinando en cada Inspectoría, cuando se llegue a realizaciones concretas y rápidas.