A quienes agradecen la predicación y a quienes la critican les digo: predicar no es nada fácil
(Felicísimo Martínez, op, en Verbo Divino).- Soy dominico. El nombre propio de mi Orden es «Orden de Predicadores». En nombre de mi vocación y mi profesión mi misión principal es predicar. A quienes agradecen la predicación y a quienes la critican les digo: predicar no es nada fácil.
Porque el predicador tiene que conectar muy bien la Palabra de Dios y la existencia humana que tenemos que vivir cada persona. Por eso necesito urgentemente la Biblia para encontrar sentido a mi vida y a todo lo que en ella me acontece, sean éxitos o fracasos, alegrías inmensas o sufrimientos insoportables. Y la necesito urgentemente para ayudar a las personas con mi predicación a encontrar sentido y motivación a sus vidas.
Durante un tiempo buscaba y buscaba en libros, en internet, en manuales de homilías para predicar. Pero quedaba tan ahogado y aturdido por tantos materiales que apenas me quedaba espacio y sosiego para rumiar la Palabra de Dios. Hasta que un día me dije: «Vete directo a la Biblia»; adéntrate en el silencio, en la oración, en la contemplación… deja que el Espíritu te explique el inmenso misterio de la revelación de Dios y el inmenso misterio de la vida de las personas. Y la Biblia dejó de ser un libro más en mi biblioteca para convertirse en el libro donde busco el sentido y el sabor de la vida.