Contra el reduccionismo, todo está conectado a nivel universal
(Txus Arana, economista).- I) Hipótesis de partida: La figura del Papa Francisco y su discurso socioeconómico. El Papa Francisco, como referente y autoridad moral cada vez más consolidada a nivel mundial y muy necesaria para reforzar valores irrenunciables; figura a potenciar y reforzar, hacia los católicos y a nivel planetario (extensible a todos los habitantes del planeta), critica profundamente el sistema económico y al capital financiero especulativo.
Durante su reciente visita a varios países de América Latina lo ha subrayado y ha sido acusado de antisistema (dura oposición por parte sectores de derechas, eclesiales y no eclesiales).
Socialización de la encíclica LS
Es necesaria la conexión entre el entorno eclesial/clerical y la sociedad civil; la búsqueda de confluencia entre motivaciones religiosas y otras estrictamente humanitarias.
La participación de 200 personas para la elaboración de LS demuestra que ha sido una experiencia colaborativa y de intercambio de ideas a extender y generalizar como modus operandi no vertical a la hora de socializarla y proyectar sus múltiples implicaciones prácticas a diferentes niveles.
No va dirigida tan sólo a los católicos, sino a todos los hombres y mujeres de la tierra; hay que abrirse y sacarla de las parroquias e instituciones eclesiásticas; será necesario superar reticencias y desconfianzas iniciales; evitar elementos excluyentes y focalizarse en los convergentes que afectan a la humanidad en su conjunto. Abrir el debate a otras religiones, organizaciones y movimientos sociales, ONG, centros formativos y universitarios, científicos, profesionales y expertos, así como a los medios de comunicación (importancia de las redes sociales e Internet).
Los ciudadanos sensibilizados e interesados en debatir, profundizar y comprometerse con esta materia pueden sentirse incluidos en la LS, porque sus líneas de reflexión pueden tener proyección y validez universal y transformarse en actuación a muchos niveles:
-Asunción de la «Ecología integral», como nuevo paradigma a asimilar, entender e interpretar desde una perspectiva auténticamente planetaria. Sentido humano de la ecología; protección de la «casa común» y, sobre todo, del hombre, pero, en especial, de la infancia y los más pobres y desfavorecidos. Estos son los que más sufren las consecuencias del cambio climático y la fragilidad del planeta; todo está conectado a nivel universal.
–Ecología entendida como vinculación entre la justicia ambiental, económica y social. No al ecologismo superficial, aparente, nostálgico y reduccionista. La «madre tierra» no es un marco ajeno a las personas, sino que formamos parte de ella.
-Necesidad de un nuevo estilo de vida; de nuevos modos sostenibles de entender la economía, el crecimiento y el progreso y de utilizar la tecnología y los avances científicos; de frenar el consumismo alocado; de reorientar drásticamente la política internacional y local. La protección ambiental no puede regirse en base al cálculo financiero de costos y beneficios.
–El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral ni la inclusión social; se han sobrevalorado las capacidades del mercado para autorregularse.
–Denuncia de las desigualdades crecientes; abismo creciente entre pobres y ricos; entre Norte y Sur.
Todavía estamos a tiempo de reconducir la situación. Es necesario ejercer una sana presión sobre quienes detentan el poder político, económico y social. Necesaria la formación y sensibilización a todos los niveles, así como la modificación de nuestros hábitos cotidianos y la introducción en nuestra vida diaria de prácticas protectoras del planeta.
El diálogo con todos, «sincero y honesto» (sin presiones ni intereses electorales o partidistas por medio); interdisciplinar y a diversos niveles; sin defensa de ideologías particulares que amenacen al bien común es, de la misma manera, tan necesario como la extensión y adaptación a escala internacional, nacional y local de los ejes directrices y de las líneas maestras que han de regir la nueva política planetaria a favor de un auténtico ecologismo.