Una alegría sana y prudente que resulta más eficaz que el dedicarse a condenar y rechazar los aspectos y símbolos propios de esta festividad
(Fr. Lucio Nontol, corresponsal en Nueva York).- De alguna manera todos conocemos o hemos escuchado algo sobre el origen y el significado que conlleva Halloween. Basta observar los adornos de las casas, de las calles, de los negocios, la cartelera cinematográfica, la programación televisiva para darnos cuenta de su importancia.
Aparte de demonios y fantasmas, las cosas que adornan los hogares en el mes de octubre son un reflejo del mundo natural: las colecciones de calabazas, el maíz, el heno, los espantapájaros reflejan el fin de una temporada y el comienzo de otra.
El sentido de aventura, de asombro y la energía del Trick-or-treat (truco o magia) parece completamente contagiosa, pues el repartir golosinas y chuches es del agrado de casi todos y sobre todo el ver la alegría y el asombro de los niños al recibirlos; los disfraces y todo lo que acarrea ha hecho que Halloween se convierta en una de las fiestas más importante de los Estados Unidos.
Es un evento festivo, casi como un carnaval que produce alegría, entretenimiento, diversión y apertura a la fantasía. Muchos afirman que hay un aspecto de nuestra psique que le gusta sentir miedo y Halloween es una fecha en que se vuelve aceptable en nuestros círculos sociales narrar historias de fantasmas o ciertas bromas que ocasionan «miedo» y risa.
Sin embargo, muchas personas «inspiradas» en su fe rechazan y condenan esta festividad valiéndose del «origen pagano» de Halloween. Pretender disminuirlo, prohibirlo o eliminarlo acrecienta su influencia e importancia. La amplitud de miras nos hace comprender que Halloween es muchas cosas: fiesta, celebración, festival de la cosecha, etc. Puede ser mundano o santo, festivo o triste dependiendo de las motivaciones e intenciones con las que se celebre.
Movidos por una fe adulta algunos creyentes han evitado que sus hijos se sientan excluidos de este acontecimiento y siguiendo el mismo estilo han disfrazado a sus hijos de santos, profetas, personajes bíblicos, y superhéroes de características bondadosas.
Esta alternativa educa y ayuda a superar el peligro de fariseísmo y maniqueísmo siempre presente en mentalidades «bienpensantes» que se reúnen para «rezar» y para sentir que el resto del mundo es perverso e ignorante. Rasgarse las vestiduras por este evento no ayuda ni a creyentes ni a no creyentes.
El 31 de octubre podría vivirse de otro modo y como una festividad que prepara para la celebración del día de todos los santos, entonces puede acaecer Holy-Win (triunfo de los santos) como ya se viene haciendo en algunas parroquias que intentan mostrar aquello que dice nuestro Señor: «Oíd y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre» (Mc 7, 15) y pretenden ofrecer una alegría sana y prudente que resulta más eficaz que el dedicarse a condenar y rechazar los aspectos y símbolos propios de esta festividad. Se puede aprovechar y fomentar la alegría, la fiesta y todo el movimiento que ocasiona Halloween para celebrar Holy-Win.
En España, también
Al menos media docena de diócesis españolas, entre las que se encuentran Alcalá de Henares y Getafe (Madrid), Soria, Salamanca, Toledo y Cádiz y Ceuta, celebrarán este fin de semana ‘Holywins’ (la santidad vence o los santos ganan) y no ‘Halloween’ (contracción de All Hallows’ Eve, víspera de Todos los Santos), y han invitado a los niños a disfrazarse de santos.
Esta iniciativa nació en París en el año 2002, y cada año acuden miles de niños y jóvenes el 31 de octubre. En España, una de las diócesis pioneras de esta celebración es la de Alcalá de Henares (Madrid) donde se celebrará esta fiesta por séptimo año consecutivo.
‘Holywins’ es un juego de palabras que significa «la santidad vence» y los obispos quieren recuperar con esta fiesta el verdadero significado del Día de Todos los Santos que, a su juicio, está «cada vez más eclipsado por la celebración pagana de Halloween».
Por ello, frente a los disfraces de los muertos vivientes que llenan las calles de las ciudades cada 31 de octubre, cada vez son más los obispados que se suman a la celebración de ‘Holywins’ para transmitir un mismo mensaje: «Todos estamos llamados a la santidad».
Concretamente, en Alcalá de Henares, la propuesta celebrativa de la Iglesia constará de dos momentos: Una gran fiesta infantil desde las 17,00 horas y una Eucaristía a las 19,30 horas en la Catedral-Magistral, presidida por el obispo Juan Antonio Reig Pla.
Santidad frente a tenebrismo
Desde hace unos años, también se une a esta fiesta alternativa la diócesis de Getafe, donde los niños y jóvenes de las parroquias y colegios celebrarán el Día de Todos los santos disfrazándose de uno de ellos. «Frente a la promoción del tenebrismo de Halloween, la celebración de Todos los Santos propone a éstos como modelos luminosos a imitar por los niños», apuntan desde la diócesis. Allí también tendrán lugar diversos actos religiosos desde las 17,00 horas.
También en Talavera de la Reina (Toledo) festejarán la víspera del 1 de noviembre en la Iglesia de San Francisco, a partir de las 16,30 horas de este sábado bajo el lema ‘Porque también nosotros estamos llamados a ser santos’.
El obispo de Toledo, Braulio Rodríguez, explica que aunque ‘Halloween’ siginifica víspera de Todos los Santos, es una fiesta que «busca alejarse de la religión, de la fe». Por ello, apunta que la Iglesia quiere devolver a este día su verdadero sentido y celebrar «a todos aquellos que siguieron a Jesucristo» con una «deslumbrante fiesta de Todos los Santos que desborda luz, alegría y esperanza».
Asimismo, Soria se suma por segundo año consecutivo a este movimiento de santidad y la Vicaría de pastoral en colaboración con la Delegación episcopal de laicos ha programado una representación teatral y un guiñol en los que se plasmarán las vidas de algunos santos.
El objetivo es «celebrar la festividad de todos los santos recordando a estas figuras ejemplares que son testigos de fidelidad a Cristo, esperanza y vida», según han afirmado los organizadores que también han invitado a los niños de catequesis y alumnos de Religión a que acudan a la representación vestidos de santos «para así contribuir aún más a un ambiente de belleza y celebración, porque la santidad gana».
Ciudad Rodrigo, Ceuta y Chiclana
Otras diócesis que han organizado eventos en torno al Día de Todos los Santos son Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde las parroquias de El Salvador y San Cristóbal, han celebrado Holywins este viernes 30 de octubre; y Ceuta, donde la parroquia de Santa Teresa lo festejó el pasado jueves. Precisamente, el párroco de esta iglesia ceutí, Arturo Pérez Salablanca, aclaró que los cristianos no celebran Halloween «porque es un culto a la Muerte, y los cristianos celebran el triunfo de la vida».
Finalmente, en Chiclana (Cádiz), también se volverá a organizar Holywins y se invita a los más pequeños a ataviarse con disfraces sencillos y alegres de santos. Desde el arciprestazgo, consideran que esta fiesta es «más acorde con la cultura y creencias» de los cristianos y aunque indican que no pretende ser «un contra Halloween», reconocen que esta fiesta caracterizada por el terror «ha eclipsado lo que verdaderamente se celebra ese día que es que todas las personas están llamadas a la santidad».