Ser pastor en la cercanía a las personas. Vivir la fe y transmitirla. Las reformas pasan por el testimonio trasparente, por la autenticidad de la coherencia
(P. Sánchez).- Sin mucho orden, a vuela pluma, algunos retos con los que se enfrentará el nuevo arzobispo que no son más que las preocupaciones y posibilidades de la iglesia en camino.
1. Acompañamiento espiritual
Ser pastor en la cercanía a las personas. Vivir la fe y transmitirla. Las reformas pasan por el testimonio trasparente, por la autenticidad de la coherencia. Las palabras selladas con los gestos y las decisiones para acompañar y ofrecer a Jesucristo a un pueblo plural y variopinto. La fuerza del ejemplo.
2. Minoría en dinamismo misionero
En Barcelona como en tantas grandes ciudades europeas la iglesia ha pasado a ser minoritaria en el mar de la secularidad y del pluralismo multicultural. Las comunidades y parroquias han de situarse en clave de salida y anuncio. El acompañamiento de las familias ha de ser prioritario tantos a los matrimonios como a sus hijos, los jóvenes deberán marcar también la agenda de la vida de todos. Esto supone una conversión de las personas y de los medios pastorales, el acercamiento de la misión educativa y la evangelización. Vencer la inercia de la prudencia y del siempre se ha hecho así.
3. Caminado juntos
El obispo debe dinamizar la comunión de todos. Como indicaba el papa Francisco estamos en la hora de la sinodalidad. Dar protagonismo en el discernimiento a los distintos consejos, comprometer a las personas en las decisiones, abrir más procesos a medio y largo plazo que estar condicionados por asuntos urgentes e inmediatos. Esto supone el aprendizaje de la misión compartida, dejando sitio para que cada comunidad y persona pueda aportar.
4. Convertir las piedras en hospital de campaña
No es fácil este cambio pero supone una importante revisión de las parroquias en la gran ciudad desde la historia concreta de cada una. El número de parroquias resulta excesivo e inadaptado para garantizar la vida eclesial, el impulso misionero, la atención ministerial y la presencia en el entorno. Hace falta la renovación del mapa de la atención pastoral desde los pasos que se han dado. Las relaciones entre parroquias, comunidades religiosas, obras sociales, centros educativos, movimientos se tienen que intensificar para ofrecer ambientes favorables para la evangelización.
5. Pastores y hermanos
La atención ministerial necesita superar el binomio campanario-rector. Las limitaciones de edad y número de sacerdotes implican una redistribución que garantice comunidades vivas de referencia, experiencias de responsabilidad compartida de los curas y acompañamiento personal cercano por parte del obispo. La pastoral vocacional tanto para sacerdotes como para diáconos permanentes sigue siendo prioritaria pero también se ha de revisar el esquema tradicional de encomiendas.
6. Los pobres en la cabecera de la mesa
Cáritas supone en gran impulso de la iglesia en el servicio concreto a los más pobres y en la denuncia de descartes y marginaciones. Pero son muchas las iniciativas sociales vinculadas a la iglesia donde es necesario crecer en la colaboración mutua para un reto común de atención a los más débiles.
7. Poniendo puentes con la cultura catalana
La realidad cultural es un reto para favorecer los encuentros. Hay posibilidades en las universidades de inspiración cristiana, en los centros educativos y en las diferencias instancias para el diálogo fe-cultura-justicia-ambiente. Pero la red está fragmentada y con dificultades de significatividad, hay que retejer.
8. Acogiendo la diversidad
Una iglesia de amplio colorido que tiene su propia tradición pero que ha de incorporar un mundo cambiante. La inmigración seguirá siendo un reto de integración pero también de reconocimiento. La religiosidad popular olvidada en los trasteros deberá desempolvarse para llegar a todos.
9. Atención al momento político y las necesidades sociales
La coyuntura política también invita al compromiso de reconciliación. Acompañar las decisiones de los ciudadanos abriendo vías de diálogo en las diferencias puede ser la aportación para este momento. Socialmente la iglesia sigue siendo vista por algunos como un problema cuando debe ser parte, junto con tantos, de las soluciones. Hay que ofrecerse para colaborar más que para defender.
10. La irradiación universal
Barcelona tiene marca de universalidad. Como iglesia se debe favorecer una mirada abierta. El turismo que pasa por la ciudad invita a ser algo más que un parque temático. El arte invita al Evangelio y los retablos han de salir a la calle. Las comunidades lingüísticas reciben en la iglesia una pista de aterrizaje e integración. Los puentes entre las religiones cobran especial importancia ante la emergencia de los fundamentalismos.