Faltan quizá las asas de la vasija, es decir, las agarraderas, para "coger" o agarrar el ánfora de la vida, donde iba en otro tiempo Pan-Dora, todos los dones, empezando por la esperanza
(Xabier Pikaza).- Hay otros, más partidos, pero éstos parecen los fundamentales, a nivel de Estado, aspirantes principales a la Presidencia de Gobierno Español (Rajoy del PP, Sánchez del PSOE, Iglesias de Podemos, Rivera de Ciudadanos y Garzón de IU).
Han hecho una fuerte campaña, esperan buenos resultados. Tendrán que jugar entre sí, dentro del Estado español, pero también con los de fuera, en Europa y en el mundo, con la economía y la política global. Deseamos que lo hagan con honradez, sin mentirse ni mentirnos, para bien de la mayoría, no de los caciques de turno de un lado o del otro, de dentro o de fuera.
— Cinco ases… faltan las «asas», en doble sentido de la palabra:
—faltan las «asas» mujeres, la política de la buena casa, abierta a la intimidad, a la vida de todos… Seguimos haciendo una política de fuera, sin tener en cuenta la intimidad de las personas;
— y faltan quizá las asas de la vasija, es decir, las agarraderas, para «coger» o agarrar el ánfora de la vida, donde iba en otro tiempo Pan-Dora, todos los dones, empezando por la esperanza…
— Hay crispación, parece que todo es dinero, hasta insultos..., Puede faltarnos la humanidad básica sentarse y caminar al servicio de la vida, dialogando juntos, para que todos nos podamos sentir representados y sentar tranquilos, con los valores que han hecho que la vida de los hombres y mujeres sea vida humana.
Dicen que es un cambio de la vieja a la nueva política… Lo quiera Dios, que sea un cambio para el diálogo y la humanidad, para una tierra en donde todos tengan sitio, sin exclusiones, sin imposiciones violentas… O inventamos una política distinta o ésta nos matará, sin asas para sostenernos, sin presencia real de humanidad (empezando por las mujeres….).
Empiezan a votar, llueve en San Morales…
Empiezan a votar (son las 9,30. del 20. 12.2015), y algunos pueden tener la sensación de haber resuelto en principio los problemas de la gente, como han dicho que harán éstos que nos han pedido el voto.
Ciertamente, es importante votar, pero estas votaciones no son la solución de todo, ni quizá de lo más importante, por varias razones, si es que no cambian también y sobre todo otras cosas:
‒ Éstas son votaciones de un grupo de privilegiados de un país bastante rico, en un mar de pobreza de millones y millones de personas que no pueden votar de verdad, porque su voto está aún mucho más manipulado que el nuestro.
‒ Las cosas más importantes no las votamos, sino que nos las «botan», por encima de nuestro pretendido Estado de Derecho, los del Poder de Hecho del Capital,… Curiosamente, los que más hablan de patria-nación suelen ser los que parecen dispuestos a venderla en aras de un Capital mundial (no de personas o pueblos).
— La política se ha vuelto un encaje de bolillos… con mil matices. No se trata, simplemente de jugar a la baraja, sino de aceptar los mil colores y formas del conocimiento y de la economía, de la política y la vida del Europa y del mundo, sin perder de vista que el ideal es que todos los hombres y mujeres de la tierra puedan jugar o, mejor dicho, participar, en la tarea de la humanidad.
— Ciertamente, la política es una dimensión importante, pero no es todo en la vida… Está la cultura con el arte, está la religión con la experiencia de la gratuidad y comunión universal de todos los seres humanos… y están los grandes valores de la vida, al servicio de la gran aventura de libertad que es la humanidad, la única humanidad, de la única tierra en que vivimos, lugar donde todos los hombres y mujeres están llamados a vivir y relacionarse en libertad, en igualdad, con posibilidades semejantes de cultura…
Cinco ases, un encaje de bolillos
En este inmenso tapiz de la vida humana, en el momento actual (2016!), la política es muy importante, pero no es todo, y debemos recordar que los poderes fácticos no se votan…pero tienden a utilizar nuestros votos, sobre en clave de economía.
Pues bien, en ese contexto complejo, dentro de eso que he llamado el encaje de bolillos de la vida humana, con miles y miles de hilos y colores, debemos afirmar que sobre el Capital importan las personas; sobre el pretendido bien de los Estado están los ciudadanos… Sobre los ideales políticos está el bien de los pueblos, en libertad, superando un tipo fronteras violentas
(Dicen algunos partidos políticos de la baraja que no quieren pequeñas fronteras… pero quizá su mayor preocupación sigue siendo crear otro tipo fronteras para que otros no entren!).
En nuestra política hay herencias buenas (y otras peores), pero no hay nada fijado de antemano, sino líneas y caminos en los que debemos integrarnos, sabiendo que aquello que sólo se conserva sin recrearse y cambiar se destruye.
En esa línea, recogiendo un tema especial del Estado Español, el enemigo de un buen nacionalismo no es nunca otro buen nacionalismo (ambos son hermanos: fraternidad de pueblos que deben dialogar y defenderse unos a otros), sino el anti-nacionalismo (el supra-anti personalismo de un capital que quiere al fin dominar a todos.
Reflexión apresurada, tras una intensa campaña
No quiero ni puedo entrar en las cinco propuestas básicas de los cinco partidos principales que han hecho campaña y que saldrán representados tras estas votaciones a nivel de Estado (dejo a un lado otros contextos nacionales). Les deseo a los cinco buen trabajo al servicio de la cosa común (ciertamente, me gustan más unas opciones que otras; pero este blog no es lugar para mostrar en ese campo mis preferencias).
1. Voto de ricos, en un mundo con más pobres
La globalización de los últimas decenios ha mejorado el promedio de vida para la mitad de la población del mundo. Pero la otra mitad de la aldea global vive todavía en una situación de pobreza extrema, mientras la brecha entre ricos y pobres se agrande. La diferencia de ingresos entre los países más ricos y los más pobres ha ido creciendo mucho: el año 1820 esa diferencia era de 3 a 1; el 1913 era de 11 a 1; el 1950 de 35 a 1; el 1973 de 44 a 1; el 1992 de 72 a 1… y ha seguido creciendo en los últimos veinticinco años. La brecha tiende a volverse mayor, no a disminuir.
Éste es el tema. Nosotros votamos… dentro de la «parte buena del mundo», pero nuestros votos, de alguna manera, contribuyen a que los otros pueblos y personas sean cada vez más pobres, escandalosamente. Un trabajador de nuestro país gana unas setenta veces más que un trabajador de un país pobre. Somos quizá demócratas, pero demócratas privilegiados, demócratas de grupo (democracia sólo para algunos), dominados por un tipo de caciques económicos a quienes no les importa la vida de la gente real.
Unos cuantos multi-millonarios disponen de más ingresos y riqueza muchos de los países pobres… Así lo decía Nelson Mandela: «La pobreza masiva y la desigualdad obscena constituyen dos azotes tan terribles de nuestros tiempos – tiempos en que el mundo se enorgullece por sus avances espectaculares en el campo de la ciencia, la tecnología, la industria y la acumulación de riquezas -… En cuanto pecados sociales, ellos son comparables a la esclavitud y al ‘apartheid'» (cf. Informe sobre Desarrollo Humano2005 – Cooperación internacional ante una encrucijada, 4).
2. Un voto en parte inútil, pues mandan los no votados.
La globalización evoca diferentes cosas para personas diferentes. Para los científicos de la política, ella significa una nueva internacionalización. Para los economistas, ella implica la vinculación de las redes financieras locales, regionales y nacionales. Para los sociólogos, ella hace posible un rico cruce e concurrencia de muchas y diversas sociedades y visiones del mundo. Para los antropólogos, ella implica la exigencia de crear identidades únicas, de tipo ético y cultural, en medio de eso que se ha llamado la «McDonaldización» y «Wal-Martificación» de la cultura mundial (McDonald y Wal-Marty con dos grandes empresas de comidas y mercados…)…
Y por encima de esa globalización está la «libertad del capital y del mercado»…, que se va extendiendo como casi único poder, a no ser que elevemos la protesta de la libertad de las personas, de la igualdad de fondo de todos…, la protesta de la cultura y de la religión, al servicio de los valores humanos.
Las corporaciones multinacionales han venido a convertirse en la mayor fuerza directriz detrás de la globalización. Entre las cien entidades económicas más importantes del mundo, 51 son corporaciones multinacionales…, que manejan a su placer a los estados nacionales. Dado que una parte considerable de la aldea global (especialmente en USA) está influida de manera creciente por la agenda política de los líderes comerciales, algunos se preguntan si ciertos países democráticos no deberían llamarse «multinacio-cracias» (más que demo-cracias). Algunos se preguntan si los cargos políticos, elegidos por votación, no deberían llevar uniformes como los pilotos de carreras o muchos deportistas, mostrando de forma más visible el emblema de los «sponsors» (patrocinadores) de las multinacionales que financian las costosas campañas electorales.
Joseph E. Stiglitz, premio Nobel y antiguo director económico del Banco Mundial, dice:
«El Occidente ha dirigido la agenda de la globalización, asegurándose de obtener una parte desproporcionada de sus beneficios, a expensas de los países en vías de desarrollo… El resultado ha sido que algunos de los países más pobres del mundo han venido a convertirse todavía en más pobres» (Globalization and Its Discontents, W. W. Norton, New York 2002, 7=).
Conclusión. Lo más importante
Sí, hemos votado… Pero es muy posible que el poder de nuestros votos y de nuestros gobernantes no sea tan grande como pensamos. La marea de la globalización seguirá…, pero si continúa avanzando en la línea de lo que algunos quieren desaparecerán de hecho las naciones como tales, convirtiéndose en meros criados al servicio del gran capitalismo.
Ciertamente, esta campaña política que hoy acaba me ha parecido mejor que otras anteriores, pues se han escuchado voces distintas, en contra de una globalización capitalista del mundo, a favor de la libertad real de personas y pueblos. No quiero ser catastrofista, pero la situación sigue siendo muy preocupante.
No puedo proponer soluciones, pero quiero y puedo pensar, en la línea (por ejemplo) de un libro que traduje al castellano hace unos años: D. G. Groody, Globalization, Spirituality and Justice, Orbis, New York 2007; ed. castellana: Globalización, espiritualidad y justicia. Navegando por la ruta de la paz, Verbo Divino, Estella 2008)
En esa línea me parece urgente:
‒ Un cambio de línea económica… al servicio de una solidaridad radical con los países y gentes que viven en pobreza.
‒ Un cultivo positivo y fraterno de las identidades nacionales… en fraternidad y respeto mutuo. En enemigo de una nación no es ya otra nación, sino el capitalismo mundial.
‒ La creación de Movimientos políticos alternativos, en una línea de diálogo entre pueglos, de solidaridad con los pobres y el de la fraternidad entre las naciones.
Para leer todos los artículos del autor, pincha aquí: