¡Qué bueno sería poder construir un buen documental, o varios, con lo más significativo de estos años!
(Román Espadas sj, La Habana).- Es muy deseable que los numerosos grupos de jesuitas que hoy están preparando la realización de la Congregación General 36, logren poner como frontispicio iluminador de los trabajos y aportes de la Congregación un resumen, creativo y pedagógico, de nuestros, complejos y renovadores, últimos cincuenta años de historia ignaciana: 1965-2015.
En ese resumen-síntesis deben estar bien visibles:
a) Los aspectos esenciales propuestos a la Compañía por nuestras últimas cinco Con-
gregaciones Generales: 31 (1965-66), 32 (1974), 33 (1983), 34 (1995) y 35 (2008).
b) Los énfasis prioritarios puestos en su labor de gobierno y orientación por nuestros
tres últimos Superiores Generales: P. Pedro Arrupe (1966-83), P. Peter-Hans Kol- venbach (1983-2008) y P. Adolfo Nicolás (2008-2016), y por el Vicario Papal P. Pao- lo Dezza (1981-83).
c) Los grandes y muy significativos cambios ocurridos durante estos años en la vida y obra de la Compañía: vivenciales, comunitarios, educativos, pastorales, organizati- vos, administrativos…
d) La radical opción de la Compañía por una justicia, una cultura, una educación y una acción a favor de y con los maltratados y necesitados.
e) El proceso pedagógico puesto en práctica por los Superiores Generales y los Provin- ciales para facilitar y promover la incorporación de todo lo anterior al «ADN» ignaciano de la Universal Compañía y de cada jesuita: aciertos, omisiones y errores en el proceso.
f) Las dificultades, contradicciones y oposiciones internas y externas que la Compañía ha tenido que afrontar y enfrentar para llevar adelante su proceso de renovación interna y su labor evangelizadora y promotora: «jesuitas en fidelidad», intervención papal de Juan Pablo II, disminución de personal, asesinatos y persecuciones de jesuitas…
Este resumen-síntesis de nuestra historia necesita ser contextualizado y relacionado con la historia eclesial de estos años: el Concilio Vaticano II, Medellín, Puebla, Santo Domingo, Aparecida, la teología de la liberación, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI, la Curia Vaticana, patriarcalismo y paternalismo, legalismo y burocracia, pederastia clerical, eurocentrismo, verticalismo, dogmatismo, autoritarismo, secretismo, Francisco y su propuesta de reforma eclesial…
La incierta y confusa historia de nuestro mundo nos ayudará a entender y cuestionarnos nuestra propia historia que ocurre en diálogo y en relación habitual con la realidad del mundo que nos toca e influye: la revolución cubana, el mayo de 1968, las dictaduras y los populismos, la Operación Cóndor, la globalización, la revolución sexual, la digital y la comunicativa, la independencia política y cultural en África, el fin del franquismo, los socialismos, los fundamentalismos y los terrorismos, la caída del Muro de Berlín y del comunismo soviético, la destrucción de las Torres Gemelas, la cultura narco, guerras y guerrillas, la creciente conciencia ecológica, la posmodernidad, la problemática e incertidumbre educativa, hambre, desempleo, migraciones, derechos civiles y humanos…
Creo que un equipo mínimo, configurado por el P. Urbano Valero, S.J. (España), el P. John O»Malley, S.J. (Estados Unidos), el Prof. Gianni La Bella (Italia), el P. Pedro Miguel Lamet, S.J. (España), el P. Carlos Palacio, S.J. (Brasil) y el P. José Luis Sáez, S.J. (Rep. Dominicana), puede hacer significativos aportes en el arranque y en la elaboración inicial de esa necesaria síntesis histórico-operativa, con envoltura eclesial y secular, de nuestros últimos cincuenta años: 1965-2015.
Es deseable que el trabajo de ese equipo inicial sea apoyado por las contribuciones del P. Benjamín G. Buelta, S.J, (Cuba), P. Antonio Lluberes, S.J. (Rep. Dominicana), P. Manuel Maza, S.J. (Rep. Dominicana), P. Jorge Cela, S.J. (Perú-CPAL), Dr. Iraneidson Santos Costa (Brasil) y Dra. María Clara L. Bingemer (Brasil).
Sería conveniente que la labor de este grupo inicial sea enriquecida por los aportes de jesuitas, laicos y laicas, procedentes de otras partes (Canadá, Haití, Puerto Rico, África, Asia…) donde la Compañía ha estado y está presente, laborando durante estos años: 1965-2015.
Es obvio que a los miembros de estos equipos no se les está pidiendo, ni esperando de ellos, que abandonen o limiten el trabajo que están haciendo dentro de sus intereses personales y de sus responsabilidades institucionales.
Solo se está deseando que del «tiempo extra» que tengan disponible, dediquen algún tiempo y esfuerzo mínimos a:
a) hacer sugerencias y preguntas,
b) sugerir pistas y rutas concretas de investigación y
c) aportar datos e información concreta, basados en su experiencia personal.
El excelente libro del P. Urbano Valero, S.J., El Proyecto de Renovación de la Compañía de Jesús (1965-2007), pone a nuestra disposición más del 70% del trabajo a realizar. Les comparto el índice esencial de la temática estudiada cuidadosa y deta- lladamente por el P. Urbano:
I. Líneas maestras para la renovación
II. De la ̈conservación ̈ a la ̈renovación ̈
III. Arranque y apertura: La CG 31 (1965-66)
IV. Seguimiento de la CG 31 (1966-74)
V. Confirmación y profundización: La CG 32 (1974-75)
VI. Seguimiento de la CG 32 (1975-83)
VII. Nuevo impulso: La CG 33 (1983)
VIII. Culminación: La CG 34 (1995)
IX. Seguimiento de la CG 34 (1995-2007)
Estoy haciendo un resumen, con sus propias palabras, del libro del P. Urbano. Estará pronto disponible para los interesados.
Todo lo escrito por el P. Pedro Miguel Lamet, S.J. y por el Prof. Gianni La Bella sobre el P. Arrupe (1907-93) es decisivo para lograr la síntesis de la trascendental época Arrupe (1965-1983) en esta renovada y renovadora historia ignaciana: 1965-2015.
Creo que un buen comienzo de resumen es la síntesis del P. O’Malley, S.J., en su Historia de los Jesuitas: «La época Arrupe» (pp.131-142), «Hacia el Presente» (pp. 142-147) y «La Cuarta Fundación» (pp. 152-55).
Creo que será conveniente subdividir los restantes años de nuestra historia en etapa P. Kolvenbach (1983-2007) y etapa P. Nicolás (2007-2016). ¡Qué iluminador resultará poder organizar nuestra historia de estos cincuenta años en:
a) época P. Arrupe: 1965-83,
b) intervención papal: P. Dezza y P. Pitau (1981-83) c) etapa P. Kolvenbach: 1983-2007 y
d) etapa P. Nicolás (2007-2016)!
En la época Arrupe y en las etapas Kolvenbach y Nicolás, la temática a historiar y sintetizar, puede ser dividida en tres grandes bloques:
I. Lo interno:
a. El gobierno central, el provincial y el local. b. La formación.
c. La vida comunitaria.
II. Lo íntimo:
a. La vida espiritual.
b. El discernimiento ignaciano: el personal, el comunitario y el apostólico.
III. Lo externo:
a. La labor educativa.
b. El trabajo intelectual, cultural y artístico.
c. La investigación científica.
d. La promoción socio-política-cultural.
e. El quehacer parroquial.
f. La apertura misionera:
i. Nuevas fronteras. ii. Periferias.
Por mi parte, intentaré seguir aportando (preguntas y posibles pistas de investigación en la elaboración de ese resumen-síntesis) con estos articulitos que amablemente me publica Religión Digital y por lo que les estoy muy agradecido.
En los siguientes, voy a comenzar identificando, según mi parecer y vivencia, los más importantes cambios ocurridos en nuestra vida y obra en estos significativos años de historia ignaciana: 1965-2015.
También me ofrezco para servir de receptor, codificador, resumidor, integrador y propagador (personas, equipos y redes) de los materiales (en español, inglés y portugués) que tengan a bien enviarme para compartirlos en esos tres mundos lingüísticos.
Para este servicio cuento con la ayuda de un profesional culto, capaz y muy eficiente en trabajos digitales.
Tratar de conseguir y enviarme materiales, libros y artículos, con tendencia a dar visión de conjunto.
Siendo lo audiovisual tan importante comunicativamente, es necesario, lamentablemente, que se abstengan de enviarme materiales audiovisuales, dada la imposibilidad de que pueda descargarlos.
Esos materiales deben ir a manos de un equipo que los pueda ir organizando y convirtiendo en documentales.
¡Qué bueno sería poder construir un buen documental, o varios, con lo más significativo de estos años!
¡Ojalá que grupos de jesuitas, laicos y laicas acometan esta necesaria labor de documentar audiovisualmente nuestra historia!
Existe un excelente documental (antropológico, pedagógico, histórico…) costarricense, El Codo del Diablo, realizado por los hermanos Ernesto y Antonio Jara, donde se reconstruye y se sistematiza audiovisualmente el asesinato político de seis líderes populares costarricenses, ocurrido en 1948, y visto y recordado ahora por las familias de esos asesinados, especialmente por Setico, el hijo, de entonces doce años, de uno de los asesinados.
El asesinato, también político, de nuestros hermanos salvadoreños y de otros jesuitas, reconstruido, sistematizado y recordado audiovisualmente, puede iluminar y mover muchas conciencias desde las pantallas cinematográficas.
Hace unos años que el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana aplaudió Bautismo de Sangre, película que se adentraba en la lucha de Frei Betto y otros dominicos brasileños en contra de la dictadura militar brasileña de finales del siglo pasado.
El Codo del Diablo fue presentado recientemente en el último Festival de Cine de La Habana.
Una buena novela, tipo El último jesuita de Lamet, podría iluminar la trama humana y cotidiana de nuestro vivir y quehacer históricos: ¡Ojalá que aparezca el Lamet o el Coloma, o los…!
En caso de que acepten la invitación, es más seguro que me envíen simultáneamente los materiales a las dos direcciones siguientes:
P. Román Espadas, S.J.: [email protected] y [email protected]
