"Está bien rezar ante un niño Jesús de porcelana en Belén", pero también hay que acercarse a otras imágenes que nos muestran a hijos de Dios que sufren", concluyó Pinilla
(Jesús Bastante).- Ante el drama humanitario, más solidaridad, más compasión, más misericordia. Porque «podemos hacer más», porque la respuesta de España a la crisis de los refugiados «no ha sido la más adecuada». Y porque «a España han llegado a venir en un año 600.000 inmigrantes, y se les ha acogido. A Europa pueden venir muchos más emigrantes sin que se caiga abajo el sistema«. Palabra de obispo. Palabra de Ciriaco Benavente.
El obispo de Albacete y responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal hizo estas declaraciones durante la presentación de la campaña «Emigrantes y refugiados nos interpelan«, que se celebra el 17 de enero, y que se conjuga con una muestra de imágenes de inmigrantes y refugiados, obra de Entreculturas y el Servicio Jesuita para Refugiados.
Junto a él, el responsable del secretariado de la Comisión de Migraciones, el jesuita José Luis Pinilla, quien recordó que tanto él mismo como el presidente de Cáritas y el secretario general de la CEE, se encontraron con Soraya Sáez de Santamaría, para «ofrecer toda la colaboración de la Iglesia en este aspecto».
Aunque es el Gobierno, y no la Iglesia, quien gestiona la acogida a todos los niveles (llegada, visado, permisos de trabajo, escolarización, etc…), lo cierto es que falta mucho por hacer. «La respuesta de España no ha sido la más adecuada. En comparación con otros países de renta per cápita menor de la española (Líbano, Jordania…), que soportan una realidad de atención a los refugiados sensiblemente mayor. Cuatro millones de refugiados están siendo sostenidos por países más pobres que los nuestros… La actuación de España podría haber sido más generosa», destacaron los responables eclesiásticos.
Por su parte, Benavente pidió ocuparse también de los «refugiados invisbles» y trabajar por la auténtica integración «en comunión» en las sociedades europeas. Así, el obispo invitó a «desenmascarar los falsos prejuicios sobre la inmigración». «En España hemos estado recibiendo hasta 600.000 inmigrantes al año; ahora están entrando 700.000 a Europa. Puede recibir mucho más sin que se venga abajo», aseveró.
Los obispos recordaron que España ha acogido a una veintena de refugiados, cuando el cupo establecido por Europa ronda los 17.000, y criticaron que las autoridades comunitarias y nacionales no hiciesen más para atender a estas personas.
Asimismo, Benavente hizo una llamada de atención a seguir las instrucciones del Papa para «construir la gran fraternidad», y recibir a los refugiados con «misericordia», pero también «gestionando» la identidad religiosa y cultural de quienes llegan a Europa, pues puede ser «fuente de paz» o generar conflictos. «Cuando se acalla la identidad la persona se siente herida en sus dimensiones más profundas», añadió.
Junto a ello, destacó que hay otras personas «que no tienen el estatuto de refugiado» y que «a veces» están en «una situación peor». «Me chirría un poco que casi todos los ayuntamientos se declararan lugares de acogida incluso con carteles, pero no se dan cuenta de que en las afueras de las ciudades hay personas de las que no se ocupan», añadió el prelado.
Como novedad, esta campaña albergará una exposición itinerante impulsada por la ONG católica Entreculturas que lleva por título ‘Somos migrantes’ y que está compuesta por una serie de fotografías «que nos interpelan».
«Está bien rezar ante un niño Jesús de porcelana en Belén», pero también hay que acercarse a otras imágenes que nos muestran a hijos de Dios que sufren», concluyó Pinilla.
