Es un orgullo ser nombrado obispo, pero humanamente visto "es una puñeta". Te cambia la vida
(Vicente Luis García).- El relevo ya está en marcha. El 12 de marzo de 2016 es la fecha en la que el sacerdote navarro Juan Carlos Elizalde será ordenado obispo y, en la misma ceremonia, tomará posesión de su diócesis. La ceremonia será a las 12 del medio día en la Catedral Nueva.
Esta fecha fue confirmada con el Nuncio del Papa este pasado jueves y comunicada a D. Miguel Asurmendi. Elizalde recibirá el orden episcopal de manos del Nuncio Renzo Fratini, del arzobispo de Burgos Fidel Herráez y de monseñor Asurmendi como obispo saliente.
El martes Asurmendi recibía a Elizalde. Tras visitar un convento de religiosas de clausura en Salvatierra-Agurain y la catedral de María Inmaculada, donde tendrá lugar el acto de ordenación y toma de posesión, mantuvieron una reunión en privado en las dependencias del obispado. Una primera toma de contacto para conocer la realidad actual de la Diócesis de Vitoria de la mano de quien la ha pastoreado desde hace 20 años.
D. Juan Carlos Elizalde ha acogido con ilusión y sorpresa su nombramiento. Le ha «pillado» en plena vorágine de actividad académica y de tareas relacionadas con la colegiata de Roncesvalles que tendrá que ir delegando a quien le suceda en los temas que llevaba hasta ahora. Elizalde ha confesado en algunos círculos que «lo que más me va a costar dejar es la universidad.»
Antes de su ordenación tiene previsto disponer de unos días para retirarse a orar y para cumplir con el compromiso de una tanda de ejercicios que tenía prevista con un grupo de sacerdotes de Tenerife.
Aunque su deseo es entrar en contacto lo antes posible con las personas de la Diócesis para conocer poco a poco a la comunidad cristiana de Vitoria (entendida como diócesis, no solo como ciudad), la realidad se impondrá y, seguramente, los contactos comenzarán tras su ordenación, concentrando su tiempo y su atención en el obispado y las personas que trabajarán a su lado en el día a día.
Por su parte monseñor Asurmendi se despedirá de la diócesis el sábado 5 de marzo en una eucaristía en la Catedral Nueva. La familia de D. Miguel le espera en su Pamplona natal donde probablemente fije su residencia durante algún tiempo, sabiendo que las casas de la orden salesiana por España siempre estarán a su disposición.
Non solum sed etiam
Sin duda tiene que llenar de orgullo que el Papa Francisco piense en uno para ser nombrado obispo. Pero por otro lado, humanamente visto, y en un primer momento: «es una puñeta». Te cambia la vida. Pero está claro que eso es el seguimiento a Cristo. Si no fuese por ese convencimiento y esa apuesta vocacional imagino que pocos aceptarían esos «regalos». De hecho «se dice» siempre en estas historias que los hay que han «rechazado las ofertas». Por lo tanto aceptar el nombramiento ya es un testimonio.
Por otro lado empezar «de novato» en el episcopado tiene que dar un cierto vértigo. Porque los obispos ¡también son humanos! Aunque a veces les pidamos lo que a nosotros no nos pediríamos en el convencimiento de que tienen que dar «más que los demás».
En marzo tomará posesión de la sede de Vitoria Elizalde y comenzará una nueva etapa para la Diócesis de Vitoria, una porción de la Iglesia peregrina que camina, o como la definía el nuevo obispo: «santa comunidad de pecadores».
Por cierto, el nuevo obispo es un enamorado del Camino de Santiago. La Ruta jacobea la ha realizado ya dos veces y su labor en Roncesvalles lo ha unido para siempre a este Camino de peregrinaje universal.