Llamamiento a las autoridades o instituciones europeas para "agilizar trámites o permisos" porque desde "hace medio año muchas familias que se han ofrecido a acoger refugiados se encuentran todavía a la espera"
(Avan).- Centenares de inmigrantes y refugiados han celebrado ayer tarde en Valencia su Jornada Mundial con una misa presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la iglesia de Santa Catalina, en la que el purpurado ha realizado un llamamiento a «abrir nuestras puertas a Jesucristo» y a «ser misericordiosos y no tener miedo en la acogida a los refugiados».
Según el Cardenal, con el que han concelebrado la eucaristía una quincena de sacerdotes, «los signos o fenómenos de la descristianización y el olvido del hermano que vemos hoy en nuestra sociedad- pese a sus raíces cristianas- no pueden ser pretexto para una resignación conformista o un desaliento paralizador».
Al contrario, «urge un nuevo esfuerzo creador en la evangelización de nuestro mundo» para «hacer posible una humanidad nueva hecha de hombres y mujeres nuevos que se aman y que viven como hermanos», ha añadido.
Por ello, «por muchas que sean las sombras que aparecen en el panorama, no hay motivos para el desaliento«, porque también «son más los motivos que tenemos en nuestro mundo, como la fe, y es necesario «reavivarla» y que «se muestre en la caridad y en la misericordia».
Durante su homilía, el Arzobispo de Valencia ha asegurado que «hoy, presentamos nuestra súplica por los inmigrantes y refugiados», porque necesitan «acogida, amor, solidaridad, cercanía y la misericordia», porque les falta «calor y cobijo de hogar» y «necesitan sencillamente de nosotros».
Así, «ante tantas carencias y problemas que se nos presentan en este mundo, ante tantos retos y desafíos», lo que nos puede salvar «no son fórmulas mágicas» sino «una persona, Jesucristo, y su certeza de que Él está con nosotros».
Previamente al inicio de la ceremonia, el sacerdote Olbier Hernández, director del Secretariado Diocesano de Inmigrantes y Refugiados del Arzobispado de Valencia, ha recordado la labor puesta en marcha junto a diversas entidades de la Iglesia y religiosos para la ayuda y acogida del inmigrante y refugiado y, a continuación han ofrecido su testimonio un palestino y un camerunés que han relatado su experiencia personal de fe y sus vivencias hasta llegar a Valencia.
La misa, organizada precisamente por el Programa Diocesano de Pastoral con Inmigrantes, ha contado con la participación de inmigrantes y refugiados, que han portado una treintena de banderas de sus países de origen, así como también de valencianos familiares emigrantes «que comparten con ellos a lo largo del año inquietudes y luchas para mejorar sus condiciones de vida», han añadido a AVAN fuentes de la organización.
Igualmente, antes de finalizar la ceremonia desde el Programa Diocesano de Pastoral con Inmigrantes sus representantes han animado a vivir y a actuar desde el Evangelio de la Misericordia para la ayuda e integración del refugiado e inmigrante que «tienen el derecho de ser acogidos». Asimismo, han hecho un llamamiento a las autoridades o instituciones europeas para «agilizar trámites o permisos» porque desde «hace medio año muchas familias que se han ofrecido a acoger refugiados se encuentran todavía a la espera».
Tras la misa, inmigrantes de México, Colombia, Ecuador, Filipinas así como representantes de la comunidad africana han realizado, además, una muestra de folclore con la representación de varios bailes regionales