Que el Señor bendiga a todos los que hacéis posible que esta casa sea una 'tienda de campaña', que esté abierta siempre a todos y huela, manifieste y muestre el rostro de Dios
(J. Bastante).- El pasado miércoles, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, visitó la iglesia de San Antón, el «templo 24 horas», para presentar la colección Obras de Misericordia (Claretianas), bendecir la «Puerta Santa de los Sin Techo» y, sobre todo, avalar, con su presencia y su cariño, la labor del padre Ángel y de Mensajeros de la Paz.
Con sus gestos, y con sus palabras, pues junto a las pronunciadas en la presentación y la posterior bendición, el arzobispo de Madrid escribió -y dibujó- una emotiva dedicatoria, absolutamente improvisada, en el libro de visitas de San Antón, acompañado por el padre Ángel y por «Pelayo», el perro-mascota de la iglesia.
Éstas fueron las palabras de monseñor Osoro:
«En el Año de la Misericordia, doy gracias a Dios por darme la gracia inmensa de estar en esta iglesia de San Antón, y bendecir esta puerta por la que entran tantos hombres y mujeres, pobres y ricos, experimentando que por la puerta que entran es el mismo Jesucristo que abre su vida para que todos abramos la vida a todos, sintiendo y experimentando que somos hermanos.
Que el Señor bendiga a todos los que hacéis posible que esta casa sea una ‘tienda de campaña’, que esté abierta siempre a todos y huela, manifieste y muestre el rostro de Dios.
Con mi bendición y afecto
Carlos, Arzobispo de Madrid»
Bajo el dibujo:
«En el mundo puso Dios su rostro, y se hizo también rostro para los hombres a través de hombres que son ‘Ángeles'»
Antes, ésta fue la bendición de la Puerta Santa:
«Que todos los que entren por esta puerta alivien sus heridas, que encuentren a personas que se las venden con misericordia, que no encuentren nunca la indiferencia que nos humilla y anestesia. Que nuestras manos se estrechen y nuestro corazón se abra a todos»