Ésta es liberación de estructuras injustas creadas por un factor religioso
(Rosendo A. Yunes).- Jesús en su vida histórica no predicó sobre sí mismo, ni sobre Dios, ni sobre la moral, sino sobre el Reino de Dios. Es la concepción escatológica según la cual este «mundo» está en contradicción con el designio de Dios. (El «mundo» desordenado del pecado).
Por este motivo debemos analizar el desenvolvimiento de este proceso durante la historia humana. Científicamente un análisis histórico nunca será totalmente objetivo, más los hechos quedan registrados para buscar la mejor interpretación de los mismos y así alcanzar una objetividad cada vez más aproximada a la realidad. Sin embargo, como lo fundamental en este caso es mostrar como actúa el reino de Dios en las personas, solo realizare un breve y, por eso, incompleto análisis del proceso, tratando dmostrar algunos hechos que considero importantes.
Los viejos paradigmas científicos generados entre los siglos XVII y XIX, entre ellos el darwinismo, sugerían que el progreso en la evolución del ser humano fue algo lineal, es decir, que se iniciaba con algo elemental, primitivo y luego los seres humanos iban mejorando cada vez más y más. Así, en materia religiosa del politeísmo mitológico se habría evolucionado al monoteísmo. Sin embargo fue controlándose, con el tiempo, que esta interpretación estaba errada. Se puede leer en un excelente trabajo de Arthur C. Custance ( «El Monoteísmo Primitivo, y el Origen del Politeísmo» El Pórtico n° 34 1977) como en las civilizaciones sumeria, egipcia, india e china la religión primitiva era monoteísta.
Los estudios detallados y exhaustivos realizados por Wilhelm Schmidt (The Origin and Growth of Religion: Facts and Theories», Londres, Methuen 1931) prueban que en los pueblos primitivos, en la etapa inicial del desarrollo económico, eran monoteístas. Tribuís de Australia, África, norte de Asia, América del Norte y Tierra del Fuego creían en un Ser Supremo.(ver Graham J.L. «Génesis and Religion of Primitive Man» en www.xenos.org/ministries/crossroads/onlinejournal/issue.).
Durante el proceso evolutivo, en Ur de la Mesopotamia, aproximadamente 2100 a.C., Se inicia un proceso de «liberación» de la cultura politeísta que no permitía la unificación del ser humano primitivo que necesitaba de un atractor final y no de varios que introducían por la retroalimentación entre personas y sociedad el desorden. Está es una liberación de estructuras injustas creadas por un factor religioso. Recordemos que religión y política no pueden ser separadas, solo artificialmente por los neoliberales y sus seguidores «católicos».
Abraham, en su sociedad politeísta, a la cual combatió, siente una vos interior en la cual Dios (Comienza a revelarse en ese mundo) le solicita cambiar de lugar y viajar a una tierra donde su descendencia formaría un nuevo pueblo monoteísta. En aquel tiempo gobernaba el Rey Nimrod que intentó destruir el movimiento monoteísta. El destierro salvo a Abraham y permitió a sus descendientes construir un importante pueblo monoteísta.
Los pueblos, en su inicio, eran todavía grupos seminomades. Algunos desos grupos se volvieron con los tiempos sedentarios, especialmente los que se establecieron en el norte, a las márgenes del lago de Galilea. Los del centro y sur de la región tenían una vida más móvil y en las épocas de hambre descendían hacia Egipto. La tradición israelita sostiene que su origen está en los doce hijos de Jacob que se trasladaron a Egipto aproximadamente en el año 1700 a.C.
Con el pasar del tiempo los israelitas fueron esclavizados y obligados por los faraones a realizar trabajos forzados. El mismo Dios de Abraham inspiraría Moisés a un nuevo proceso de «liberación» de estructuras injustas. Aquí existen dos importantes aspectos que debemos destacar: 1) Dios se define a Moisés como «Yo soy aquel que es». Y así iras al pueblo de Israel y dirás «El que Es me ha enviado…». Dios se define como el Ser por excelencia (el existente por sí mismo), significando su preexistencia absoluta sobre todos los seres creados. Es una definición filosófica sorprendente producida en 1200 a.C.; 2) el segundo aspecto es que Dios establece una alianza, para lo cual entrega un decálogo de mandamientoque deben ser interpretados en forma teleológica más que deontológica, o sea, como orientación para conseguir una sociedad ideal y así un pueblo diferente donde no habría esclavos, no se abusaría de las viudas y de los huérfanos e iría a tener compasión con los extranjeros. En resumen, no podía existir opresión y preferentemente debía atender a los más desposeídos.
Israel conquistó Canaán al mando de Josué, quien repartió el territorio entre las doce tribus. Durante ese tiempo fueron gobernados por los jueces. La guerra contra los filisteos estimuló a los israelitas a pedir un rey como los otros pueblos, en el final del gobierno de Samuel (último de los jueces). Samuel quedó muy triste porque sabía que el único rey de Israel debía ser Dios (1Sm 8,5 s).
David (David=el amado) fue un rey popular que conquistó Jerusalén y la convirtió en el centro religioso de Israel, trayendo consigo el arca de la alianza. Fue un reino unido, próspero y justo. A David, por los profetas, le fue prometido que el Mesías sería su descendiente y establecería el reinado de Dios sobre la tierra. Toda la historia de Israel estaba orientada hacia Él. Sería el Señor de la historia.
El pueblo del norte de Israel, que desobedeció la alianza, fue llevado cautivo a Asiria en el 721 a.C. Asiria cayó posteriormente en manos de Nabucodonosor rey de Babilonia que llegó a ser un imperio mundial en su época. Conquisto Judá en el 586 a.C. Después que Nabucodonosor murió el imperio decayó rápidamente y en el 539 a.C. se entregó sin batallas a Ciro el Grande, rey de Persia, que paso a controlar toda la Asia occidental.
Ciro no tiranizó, ni mantuvo a los pueblos conquistados por la fuerza bruta, los trató con consideración como también a sus religiones. Así sus súbditos se unieron a Él y permitieron que su reinado fuera una era de paz.
Ciro fue estimulado por Dios por intermedio, probablemente, de Daniel que le hizo conocer las profecías de Isáis. Por eso escribe que el Dios que lo hizo rey: «es aquel Dios a quien adoran los israelitas, pues anunció mi nombre mediante los profetas y que yo edificaría una casa en Jerusalén en el país de Judá«. Así libero el pueblo de Israel en el 639 a.C., para regresaa su tierra y construir el segundo templo para lo cual dio su ayuda. Nuevamente Dios interviene para liberar a su pueblo de estructuras que no eran las suyas.
En el 332 a. C. Judea fue dominada por Alejandro y después de su muerte se impuso el imperio Seléucida. Finalmente en 62 a. C. Pompeyo conquistó la región como parte de Roma. En todo este tiempo se produjo la diáspora de los israelitas que siempre conservaron la idea de la restauración de un reino «real», no angelical o espiritual.
Después de Jesús la utopía de los cristianos llevó a organizar un modelo utópico de sociedad, que dentro de las estructuras romanas, sin posibilidad de desenvolver el ego espiritual (ver parte III Religión Digital 08/03/16), fue al fracaso. Esto fue, tal vez, lo que llevó a Constantino a establecer una sociedad donde la religión estaba íntimamente ligada al Estado. Según Libanio (Libanio J.B. «Qual o futuro do Cristianismo», Paulus, Brasil 2006) el sueño del cristianismo era transformar la tierra en el Reino de Dios, ideal maravilloso, pero erró imaginando que lo realizaría por la vídel «poder».
Aproximadamente en el siglo X hubo algunos desequilibrios sociales que produjo una gran movilización de los pobres que criticaban la vida de la Iglesia institucional por su riqueza, decadencia moral y clericalización. Nuestro Señor intervino sugiriendo a San francisco y Santo Domingo volver la Iglesia para los pobres, como actualmente lo hace con el papa Francisco.
En el caso Galileo el dogmatismo eclesiástico llevó a una crisis entre la Iglesia y la ciencia. Los dogmáticos no observaron que realmente el universo, como escribía Galileo, está escrito en lenguaje matemático, que es su información constitutiva y nada se puede entender del mismo sin esa ciencia (R.A. Yunes «The evolution of the human mind and logic-mathematics structures» J. Theor. Biol. 2005, 236,95-110).
En nuestra américa latina las reducciones jesuíticas, aisladas de las estructuras opresivas, fueron un ejemplo de que es posible construir una sociedad fraterna y más humana. Los padres usaban su poder no para oprimir, sino para salvar y su mayor honra era ayudar. Las victorias dEl trabajo de esos dos evangelizadores y otros que siguieron sus huellas, hizo posible que un indio sea actualmente presidente de Bolivia, lamentablemente sin el apoyo de la jerarquía eclesiástica. Por eso Morales declaró «Cuando el pueblo está acorralado por el Estado colonial, la Iglesia Católica no aparece. Pero cuando el pueblo acorrala el Estado colonial, el padre aparece, rezando por los dirigentes. Yo viví eso como dirigente sindical» (Religión Digital 30/06/2012)
El siglo XIX fue de gran expansión del capitalismo anglo-sajón, especialmente de Inglaterra, por la apertura forzada de los mercados de la américa latina para su industria textil, que destruyo lo pequeños telares localizados en diferentes regiones de nuestros países. Pero igualmente fue un siglo de grandes movimientos sociales liberadores de estructuras opresivas (ver Benedicto C. Álvarez «Los movimientos sociales en la Europa del siglo XIX»monografias.com>historia).
De estos movimientos liberadores vamos a indicar solamente dos: el movimiento del primero de Mayo de 1886 en Chicago y el 8 de marzo día internacional de la mujer trabajadora declarado después del incendio de la fábrica de camisas (Triangle Shirtwaist) en N. York. Ambos en USA el país más poderoso y neoliberal del mundo actualmente. En 1885, después de muchas huelgas y luchas, una circular recorrió de mano en mano lafilas del proletariado de USA exigiendo que las 16 horas de trabajo, horas de opresión y tiranía, solo debieran ser 8. La gran mayoría de los proletarios que eran extranjeros, comprimidos en tugurios, y azuzados unos contra otros, asumió y apoyó este llamado. Varios dirigentes fueron condenados a la pena máxima : la muerte. Chicago era retratada por un extranjero «Un manto abrumador de humo, calles llenas de gentes ocupada….. gran agregado de vías ferroviarias, barcos y tráfico de todo tipo; una dedicación primordial al Dólar Todopoderoso».
El 8 de Marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de N. York a protestar por las míseras condiciones en laque trabajaban. Ellas reclamaban una jornada de 10 horas, un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos, mejores salarios y así generaron muchos movimientos de liberación que continúan hasta el presente. La celebración moderna del día internacional de la mujer se debe al incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist donde murieron 146 obreras, la mayoría de ellas jóvenes inmigrantes.
Los cristianos ya coaptados por el liberalismo de esa época no participaron en ninguna manifestación de resistencia a las condiciones inhumanas de trabajo, la Iglesia perdió así la clase trabajadora y nuestro papa Francisco puede hoy decir «Los comunistas nos han robado la bandera de los pobres» porque la pobreza está «en el centro del Evangelio» y ha asegurado «la bandera de los pobres es cristiana» (El Mundo29/06/2014).
Mi interpretación científica de las parábolas de Jesús del fermento y de la mostaza considerando los hechos narrados son: La levadura es algo podrido que cuando metido en la masa la hace fermentar. Como vimos cuando el ambiente socioeconómico y de trabajo se pudre por injusticias, opresión etc., el hombre llevado por su tendencia innata de la justicia y al altruismo (está en la afectividad, que aparece en los mamíferos, y que es asumida por el ego espiritual, Religión Digital 08/03/16), demostradrecientemente por Jessica Sommerville y Marco Schmidt (PLOS one, october 7, 2011) reacciona y procura cambiar las estructuras injustas y opresivas.
Por esta razón nuestro papa Francisco dice a los movimientos populares en Bolivia: «De esas semillas de esperanza sembradas pacientemente en las periferias olvidadas del planeta, de esos brotes de ternura que lucha por subsistir en la oscuridad de la exclusión, crecerán árboles grandes, surgirán boques tupidos de esperanza para oxigenar el mundo» (ACI 09/07/15) y en otra parte más claramente: «Ustedes, queridos hermanos, trabajan muchas veces en lo pequeño, en lo cercano, en la realidad injusta que se les impuso y a la que no se resignan, oponiendo una resistencia activa al sistema que excluye, degrada y mata».
Este es el modo como el Reino de Dios actúa en el hombre y en su historia evolutiva, considerando que Dios le entregó el mundo a su cuidado. Egrano más pequeño conocido en Israel era de mostaza y se hace un árbol con grandes ramas que quieren incluir todos en su sombra. Así es el Reino de Dios crece desde pocas personas proféticas y se extiende sin límites. Aquellos que no desean el proceso de inclusión de todos: negros, amarillos, prostitutas, desocupados, intelectuales, huérfanos, viudas, miserables, etc. rechazan esta idea, como vemos actualmente en este anti-reino del descarte.
Siguiendo la línea de razonamiento de Eckart-Otto y Tim Schramm (Fiesta y Gozo, Ed. Sigueme, España 1983). La proclamación del reino no invalida la lucha histórica. La liberación total propuesta por Dios pasa por el camino de liberaciones parciales que anticipan y preparan la total. Por eso los hombres no pueden ser meros espectadores. Jesús no propugna un amor despolitizado, deshistorizado, desestructurado, sino un amor político, es decir, situado y con repercusiones visibles. Como explica González Faus (RCatT XV/1(1990) 139-153) «la liberación histórica no desautoriza ni niega la salvación Trascendente, sino que constituye su mediación, su sacramento o su anticipación histórica».
La praxis de Jesús tiene un carácter social y llega hasta la estructura de la sociedad y de la religión de su tiempo, Jesús no quiere ser un reformistascético, como los esenios (algo similar a los actuales carismáticos), ni un observante de lo ya establecido (similitud con Opus Dei y Comunión y Liberación) como los fariseos, sino un liberador profético. González Faus escribe que «se puede establecer la antítesis entre la Teología de la Liberación y otro tipo de movimientos (como por ej. Comunión y Liberación, a partir de palabras bien afines a ambos». Los movimientos antes citados tienen el aspecto positivo de formar moralmente a jóvenes, profesionales etc., sin embargo esto termina en una desorientación en política social que compromete su trabajo. Creo que ha llegado el momento en el cual debemos definirlos como anclas que impiden el desenvolvimiento de una Iglesias profética. Debo rescatar el movimiento de los focolares que tiene consciencia de esta situación y ha propuesto un nuevo modelo: economía de comunión, con un ensayo en S. Paulo, Brasil.
Jesús predicó que era posible conseguir una sociedad fraterna, solidaria, sin excluidos o descartados como aproximación a lo que será su Reinado definitivo. Ese era el Reinado que esperaban los israelitas a semejanza del reinado de David. No predicó solo un reinado trascendente, fuera de la historia.
Actualmente vemos a católicos en su lucha contra la ley de liberación del aborto, propuesta apoyada por grandes multinacionales, el partido demócrata de USA etc., salir en manifestaciones sin tomar consciencia que la causa es el sistema que empobrece, estimula solo la libertad de consumir y así deshumaniza a pobres y a ricos. Debían salir especialmente en manifestaciones para luchar por un mundo más fraterno, más sobrio, más personalizado, como fueron las reducciones jesuíticas, donde el poder era para salvar no para oprimir, y así consiguieron con el tiempo y mejorando las condiciones de vida de los indios, corregir la poligamia (construyeron habitaciones separadas para las familias). Como se puede pedir un comportamiento de católicos en las inhumanas villas miserias de Argentina o en las favelas de Brasil?
Muchos de estos movimientos fueron usados por el neoliberalismo, lo explica muy bien González Faus (J.M. Vidal, Religión Digital 19/06/2013) «Cuando existía la amenaza comunista, el sistema se asustó, y entonces fue cuando se vistió un poco como el lobo de Caperucita y se hizo Estado social», ahora ha mostrado «su verdadera cara» y se olvidado que «la propiedad no es derecho absoluto». Los bienes de la tierra son para todos no para el 1% de millonarios (Oxfam 2015). Cuando era lobo disfrazado el neoliberalismo uso a los «católicos neoliberales», que viviendo de sus cenizas continúan siéndolo.
Este último razonamiento está sustentado por la entrevista (narrada en la parte II de este trabajo) a Rocco Butiglione-uno de los líderes más famosos del neoliberalismo- por Hahn el 25/09/2014, este le pregunta: «qué teología de la liberación ha inspirado a Francisco?» Butiglione responde: «Él no es marxista. Políticamente es justicialista….Ellos son anti-capitalistas y anti-marxistas» y ahora lo más importante, para salvar su neoliberalismo dice «yo sugeriría al papa Francisco que lea Friedrich von Hayek ;»The counter-revolution of Science; Studies on the abuse of reason».
Como vemos primero dice que el papa Francisco no es marxista, solo un «obsesivo» con el marxismo puede expresar eso de un Papa y además jesuita, y recomienda leer un libro de un positivista, individualista y materialista como Hayek que escribía «»El objeto de la física social es descubrir las leyes naturales e inevitables del progreso de la civilización, que son tan necesarias como las leyes de la gravitación». Un determinismo materialista neoliberal social contrapuesto al determinismo materialista socialista marxista (ver R. A. Morales «Estudio sobre Friedrich A. Hayek con base en «El orden sensorial y La Contrarrevolución de la ciencia»). Estos son viejos y superados paradigmas desarrollados entre los siglos XVII y XIX.
Butiglione y los que mandan en Comunión y Liberación, no los jóvenes que son actualmente seducidos por la fidelidad a la tradición, no pueden ignorar que la teoría del «Estado mínimo» de Hayek es religión del partido Republicano de USA, desarrollada en contra del «new deal» de los demócratas y del socialismo marxista, que fue financiado por las fundaciones de las grandes transnacionales, que ha inspirado a los gobiernos de Pinochet, Reagan y Thatcher y ,tal vez, por eso ganó el premio Nobel. Su programa es desreglamentar, privatizar, disminuir los programas contra el desempleo, eliminar las subvenciones a la vivienda, reducir los gastos de seguridad social y limitar el poder sindical.
Según Hayek el Estado no puede asegurar la redistribución, sobre todo en función de un criterio de «justicia social». Lo fundamental es la «mano invisible» del mercado que gobierna en forma «determinística» el equilibrio que se desea conseguir. Teme a los pobres cuyas reacciones son imprevisibles, lógico por causa de su tendencia innata a la justicia y el altruismo que es el modo como Dios, junto con ellos, nos lleva, como vimos, a su Reino escatológico.
El papa Francisco les dijo claramente en la Plaza San Pedro el 07/03/2015 «El Padre Giussani nunca los perdonaría si perdieses la libertad y si se transforman en guías de museo o en adoradores de cenizas«. Siguen en las cenizas de su anticomunismo.
Como táctica a cualquier objeción dicen pero eso «es ideología», sin saber que ellos conservan la peor ideología: que el progreso es unilineal, es determinístico y actualmente está encarnado en el neoliberalismo que por ser científico significa el fin de las ideologías y el fin de las utopías. Pero este es otro problema que requiere más tiempo y espacio.