Estas páginas tienen voluntad de ser un referente científico, con un discurso argumentado y conclusiones convincentes
(Comillas).- Con la cuestión de la independencia de Cataluña como asunto importante dentro de la agenda política en España, la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE acogió la presentación del libro La Iglesia católica y la nacionalización de Cataluña, en el que se analiza la participación de esta institución en la construcción de la identidad catalana a lo largo de la historia. «El libro abre una puerta para una nueva interpretación del papel de la Iglesia en la nacionalización catalana», según su autor, Daniel Fernández Cañueto.
El acto, presidido por el Rector de Comillas, Julio L. Martínez, SJ, contó con la participación de Carlos Martínez Shaw, catedrático de Historia Moderna de la UNED, quien reconoció la madurez de una obra escrita por alguien tan joven (el autor tiene 28 años), subrayando que la historia de la Iglesia debe ser escrita por creyentes y no creyentes. «Estas páginas tienen voluntad de ser un referente científico, con un discurso argumentado y conclusiones convincentes», aseguró Shaw, quien destacó la abundante bibliografía utilizada por el autor. En este sentido, Fernández Cañueto confirmó que la del libro «es una temática poco estudiada, y lo que hay publicado adolece de objetividad y método científico«.
Para Eduard López Hortelano, profesor de la Facultad de Teología de Comillas ICAI-ICADE, el libro, que es de gran actualidad y un buen ejercicio de lectura, «se centra en un aspecto casi desconocido para la historia universal, y tiene el espíritu romántico del nacionalismo de connotaciones alemanas».
Fernández Cañueto dijo que hasta mediados del siglo XIX, el poder político, económico y social de la Iglesia constituyó un periodo de «nacionalización inconsciente». De hecho, a partir del siglo XIV, la Iglesia sustituye el latín de las misas para adoptar el catalán, «ya que se da más importancia a la comprensión de lo que se transmite que la aureola de trascendencia que transmitía el latín», según Cañueto. Fue a partir del XIX cuando, ante la pérdida de poder político, económico y social, la Iglesia -a la que el autor definió como una organización de poder para transmitir el credo- busca un «nuevo vínculo con la sociedad a través de la nación, a la que se define como una institución perenne de origen divino«.