Sorprende que el Director se tome la molestia de disculparse de algo de lo que no ha sido acusado
(Rosa Fernández, Presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de la UTE del C. Penitenciario de Villabona).- Es para sonrojarse. No salimos de nuestro asombro al leer la noticia de que el propio Director del Centro Penitenciario de Villabona, emite una nota informativa, eximiéndose de toda responsabilidad en lo relativo a la expulsión de los voluntarios de Pastoral Penitenciaria y rompiendo una lanza a favor del buen hacer del actual Delegado.
Sorprende que el Director se tome la molestia de disculparse de algo de lo que no ha sido acusado, ya que en todas las referencias de los distintos medios de comunicación en los que se han publicado noticias sobre el cese de los voluntarios de Pastoral Penitenciaria, siempre se ha responsabilizado de la actuación al actual Delegado, D, José Antonio García Quintana, y al Sr. Arzobispo, D. Jesús Sanz Montes. En ningún momento hemos visto que se acusase a la dirección del centro de dicha medida.
Desde la Asociación de Familiares y Amigos de la UTE de Villabona nos parece incomprensible que, habiendo tenido tantas oportunidades a lo largo de estos últimos años para clarificar actuaciones de las que si era directamente responsable, el director del Centro, D. Luis Fernández Fanjul, no ha considerado necesario aportar ninguna explicación a los organismos oficiales, ONG colaboradoras ni a la opinión pública.
Nos referimos a hechos tales como los múltiples fallecimientos de internos, el aumento exponencial del consumo de drogas en el centro, el rechazo a la aplicación de las recomendaciones de la Defensora del Pueblo con respecto al desmantelamiento de la UTE,… Sus declaraciones se habrían reducido a la negación de tal desmantelamiento, pese a que todas las evidencias lo estaban confirmando.
Su silencio fue absoluto incluso ante las noticias de que en todas las instituciones asturianas, desde Ayuntamientos a la propia Junta del Principado, así como en varias comisiones parlamentarias, se mostraba un apoyo explícito a la restauración del modelo original de la UTE.
El Director se manifiesta, sin embargo, en esta ocasión en un tema, que, para quien desconozca ciertos entresijos de la prisión y de algunos ámbitos institucionales y diocesanos, aparentemente ni le va ni le viene. Máxime, si en su nota considera que solamente con la figura del Delegado se está cubriendo con creces toda la asistencia que antes 35 voluntarios prestaban a los internos en todos los módulos.
Es de una gran ingenuidad no ver que tal nota informativa está claramente inducida. Se percibe en el escrito una cierta presión que viene de arriba, o quizás del propio Delegado, quien, a juzgar por sus modos de hacer en prisión, más bien parece formar parte del equipo directivo del Centro Penitenciario que representar a una entidad como la Pastoral Penitenciaria. A nadie se le escapa que su imagen no ha salido muy bien parada en las noticias aparecidas relativas a su actuación cesando a los voluntarios y no habiendo dado la cara ante ellos para facilitarles una sola explicación por más que la hayan pedido.
No deja de ser una señal de mediocridad y, por qué no decirlo, de cobardía, recurrir a la propia dirección para que lave su nombre y le restituya credibilidad. Obviamente, la credibilidad hay que ganársela. Y eso es aplicable tanto al Delegado como al Director del Centro Penitenciario. Ambas, a día de hoy, están en entredicho.
Que en los últimos cuatro años desde la Dirección del C.P. se ha conducido de forma determinante a la actual situación de deterioro de la UTE, es un hecho innegable. Y también es innegable que si la UTE hoy, aunque muy debilitada, subsiste, se debe al tesón y la capacidad de resistencia de tantas personas, funcionarios, internos, familiares ONG y entidades que creen en ese proyecto y a las que no les han dolido prendas en dar la cara para salir a defenderlo en todos los ámbitos a donde su voz ha podido llegar.
Una de esas voces ha sido la de los voluntarios de Pastoral Penitenciaria. Ignoramos si ese apoyo explícito ha sido motivo de su cese. Las autoridades eclesiásticas no se han pronunciado aún para explicarlo. Sin embargo si se han apresurado a difundir la Nota Informativa del Director del Centro Penitenciario junto a la Hoja Diocesana semanal, Esta Hora, conscientes de que el tema ha suscitado, cuanto menos, polémica y desprestigio en ambas instituciones.