Lo soltó en 2014, cuando Buenafuente la recibió en su plató para que presentase presenta su libro ‘A Dios rogando’.
A Sor Lucía Caram ya muchos la denominaban entonces «la monja cojonera».
Y a ella le gusta: «Me llaman así, porque se ve que los toco».
Pues estamos ya a finales de 2019 y la monja argentina, instalada en España a la sopa boba y para siempre, sigue a lo suyo.
Cuando no ataca a España, se pone independentista, defiende con ferocidad al Barça o argumenta que los jueces españoles son una panda.
A finales de noviembre de 2019, a falta de otra cosa qué hacer, la monja se sumo a los 60 ‘listos’ del país del tango firmaron un manifiesto antiespañol, en el que sacudían a Josep Borrell y su política exterior anti-indepe.
Entre los firmantes del texto ‘Argentina con Catalunya’, estaban como siempre el premio Nobel de Paz Adolfo Pérez Esquivel, y Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo. Sin ponerse colorados, pedían el fin de la ‘represión’ y el ‘respeto’ por la libertad de expresión, por el derecho de manifestación y por el derecho de los catalanes a escoger soberanamente su futuro.
Otro argentino que siempre enreda en ese territorio, con disimulo, es el Papa Francisco, que fue arzobispo de Buenos Aires y quiere mucho a la monja Caram.
En el programa ‘Tot es mou’ de la independista y pública TV3, la monja dominica aseguró el 27 de noviembre de 2019 cosas como: ue «el conflicto de Catalunya se ha internacionalizado y los argentinos ya no podemos callar».
«Un país que se decía civilizado y democrático, como el Estado español, no sólo no lo es sino que está manipulando la justicia y dinamitando todos los puentes de diálogo».
«A nivel mundial, es una evidencia que la justicia española está manipulada. Como también es evidente que los puentes de comunicación no existen. Y si queremos una solución pacífica, es necesario y el diálogo».
