Sr. Mallo, su posición en las trincheras revolucionarias no sorprende a nadie por ser conocida. Síempre está esperando el momento o la excusa para hincar el diente en todo lo que huela a jerarquía
(Antonio Hernández Guardia, ex diputado del PP en la Asamblea de Madrid).- Querido Sr. Obispo, querido Don Joaquín: ya ve que le he apeado el tratamiento que le corresponde por razón de su cargo pero no el mínimo que se merece como persona y Pastor de nuestra Diócesis, como hacen otros.
¡Qué mal lo debe estar pasándo! ¡Cuánta incomprensión, intolerancia y falta de respeto!
Me han aconsejado que no escribiera estas líneas… que era mejor no dar cuartos al pregonero…. que era mejor no entrar en estas guerras… que era mejor dejarlo estar…..pero NO, lo siento . Yo también soy Iglesia y me resisto a estar callado, a que parezca que los que alzan la voz (insolente por cierto) tienen razón, porque nadie dice nada en contra.
Conozco a Javier, sacerdote y párroco de la Sagrada Familia y también conozco a Pepe Mallo, vecino y feligrés de San Esteban. Y por supuesto, también conozco a Don Joaquín, nuestro Obispo de Getafe.
Y desde ese conocimiento a los dos primeros os digo: NO.
No es la forma de comportarse de un cristiano, esas cartas publicadas, en las que insultais a nuestro Obispo, nuestro, y con él a todos los demás.
No es la forma de comportarse de un cristiano tergiversar los hechos, no aceptar las decisiones del Pastor, intentar imponer vuestra especial visión de la Iglesia, que por cierto, la consideráis única y verdadera, frente a la de los demás.
No voy a entrar en otras perlas teológicas que dejáis en vuestros escritos que parecen sacados de una asamblea del 15 M. Sí os adelanto que, escribáis lo que escribáis, no vais a tener respuesta pública por mi parte.
Sr. Mallo, su posición en las trincheras revolucionarias no sorprende a nadie por ser conocida. Síempre está esperando el momento o la excusa para hincar el diente en todo lo que huela a jerarquía o a concepciones diferentes a la suya. Lo siento, ¡qué pena! Piense un poco en los demás que no creen como Vd. y también son Iglesia.
Querido Javier, sé que duele, que te sientes incomprendido e incluso con derechos sobre la Parroquia, pero la Iglesia no es un un sindicato ni una empresa. ¡Reflexiona! Aquí no hay jefes, patronos o señores feudales. Hay Pastores, que se pueden equivocar o no, pero que intentan hacer lo mejor, estoy seguro, para la Iglesia. Te han aconsejado mal. ¡La humildad y la obediencia son virtudes cristianas! Con todo cariño.
Y querido Don Joaquín, ánimo y desde estas líneas reciba todo el cariño, el apoyo, el respeto y la oración de un cristiano para que el Espíritu Santo guíe sus decisiones. Con todo afecto.