Todos los partidos políticos han "claudicado ante el pensamiento único", "haciéndose indiferentes ante el clamor de esta matanza de inocentes"
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha pedido este jueves a los partidos políticos que busquen «bien común» y esté por encima de los «intereses particulares» porque falta un Gobierno estable desde hace «demasiado tiempo».
Así lo ha asegurado el prelado vallisoletano durante la homilía que ha pronunciado en la Misa celebrada este jueves en honor a la patrona de Valladolid, la Virgen de Nuestra Señora San Lorenzo.
Blázquez hacía así alusión a una cuestión que, según ha dicho, «inquieta a la sociedad desde hace tiempo» como es la «ausencia de diálogo y acuerdos» entre los distintos partidos políticos tras las elecciones del pasado 20 de diciembre y que «ha privado durante demasiado tiempo a la sociedad de un Gobierno estable».
Por ello, el arzobispo ha pedido al Señor, por medio de Nuestra Señora de San Lorenzo, «que mueva los corazones de todos hacia la mutua escucha» de forma que «por encima de los intereses particulares miren a lo que concierne a todos» y que prime la búsqueda del bien común del pueblo.
Blázquez también ha dedicado unas palabras al desempleo «tan alto y prolongado» de los jóvenes y ha reclamado «el acierto, el esfuerzo, la generosidad y la colaboración de todos».
Frente a exclusiones y descartes, el cardenal ha destacado que frente a «tantas formas de corrupción», lo que se necesita es «honradez personal, fortalecimiento de los valores morales y controles que las eviten y corrijan».
Por último, el arzobispo se ha acordado de los niños, que están «en una etapa de educación y formación que es fundamental para la maduración de su persona y la preparación de su futuro profesional y de capacitación para cumplir con competencia y dedicación servicios a la sociedad» antes de pedir «¡Qué la Virgen, educadora de Jesús en Nazaret, acompañe a alumnos y profesores en este curso que está empezando!».
El prelado ha asegurado que el egoísmo, el orgullo y la indiferencia «repliegan» a los hombres sobre sí mismos y ha pedido que la virgen María enseñe a todos «a vencer esas formas de empobrecimiento personal y de desentendimiento» de quienes necesitan ayuda.
Por su parte, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha mantenido este jueves que los cristianos no tienen actualmente voz en el Parlamento ni se sienten representados por ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario ya que «todos» son «indiferentes» ante el «crimen abominable» que supone el aborto.
Durante su homilía con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona principal de Córdoba, monseñor Fernández ha lamentado que en este asunto todos los partidos políticos hayan «claudicado ante el pensamiento único», «haciéndose indiferentes ante el clamor de esta matanza de inocentes».
La reciente canonización de la madre Teresa de Calcuta ha servido al obispo para recordar su frase ‘No los matéis, dádmelos a mí’ y se ha preguntado qué diría la religiosa ante «tantos embriones manipulados, congelados o aniquilados con tal de conseguir una fecundación ‘in vitro’ a costa de lo que sea».
Asimismo, ha expuesto que las Adoratrices de Córdoba, que cuidan de mujeres jóvenes en riesgo de exclusión por estar embarazadas, no tienen ayuda de las instituciones públicas y se ha preguntado si acaso «¿esos pobres no son nuestros pobres?».
Continuando con la atención a los pobres, el obispo ha expuesto que Cáritas diocesana atienen en el albergue Madre del Redentor de la ciudad a entre 40 y 80 personas diariamente sin recibir «ninguna ayuda de los fondos públicos» y ha acusado a la Administración de «mirar para otro lado» mientras que las necesidades básicas de todos estos pobres «están sin cubrir».
En ese sentido, ha apuntado a que se trata de «atención real a los pobres» y «no sólo para la foto, sino «promoviendo su dignidad y atendiendo sus derechos».
Previamente monseñor Fernández también había defendido que los pobres han de ser el centro de la vida de la Iglesia, prestando atención a los que surcan el Mediterráneo en busca de una vida mejor y dando acogida al inmigrante, al prófugo o al que es expulsado de su tierra y no encuentra dónde ir; y mostrando interés por los que son perseguidos por causa de su fe, en tierras lejanas y entre nosotros. «A ver si aprendemos a tratarnos con respeto, sin insultarnos», ha reclamado.
Finalmente, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha denunciado este jueves durante su homilía en la Festividad de la Virgen de Covadonga el terror del conflicto sirio y la corrupción política, ambas «incoherencias de una sociedad sin entrañas».
En el marco del Día de Asturias, el Arzobispo ha recordado en la Basílica de Covadonga a dos niños, protagonistas uno de la guerra en Siria y otra del reciente terremoto sufrido en Amatrice (Italia). Son dos niños que, según ha afirmado, «protagonizan nuestras contradicciones y carencias».
En primer término se ha referido Sanz Montes al niño sirio Omran Daqneesh, un pequeño rescatado de un bombardeo en Alepo «que se convirtió en símbolo del horror en Siria», conmocionando al mundo occidental. «Parecía totalmente desorientado, sentado en una ambulancia solitaria como si hubiera ocupado una butaca para ver por fuera una película de miedo, cuando el terror lo llevaba encima por los cuatro costados de su cuerpo», ha recordado.
Su mirada «ausente y ciega», prosiguió el Arzobispo, es la que hace ver «el mundo absurdo que estamos construyendo y les estamos heredando». «Tras un inútil bombardeo donde caen personas inocentes, queda manifiesto el absurdo de un guerra que no sirve para nada y para nadie», ha aseverado.
También ha tenido palabras en recuerdo de la niña de ocho años hallada después de 17 horas bajo los escombros en el terremoto de Amatrice, Giuliana. «Fue su silencio el que más nos gritaba, los labios de una niña que sin pronunciar palabra nos gritaron la incoherencia de una sociedad sin entraña», ha señalado, en alusión a las informaciones que aseguraban que los pueblos arrasados por el terremoto habían recibido dotaciones presupuestarias para construir edificios resistentes a los seísmos.
«Tras una tragedia natural, aparecen las comedias de una corrupción política y financiera que mercadea con la seguridad de unos edificios para sacar tajada haciendo el agosto en sus bolsillos, aunque en agosto se caiga la ciudad entera llevándose por delante tantas vidas humanas», ha lamentado.
Por otro lado, Sanz Montes se ha referido al año jubilar de la Misericordia, recordando a la Virgen María como «puerta» de la misericordia. «En un mundo en el que cuenta mucho más lo que puede engordar unas arcas de codicia, o unas rentas electorales, o unas prebendas de poder, o una frívola experiencia de placer, necesitamos que alguien nos recuerde no sólo que estamos descentrados, desquiciados y perdidos, sino cómo volver a lo que nos centra, nos concentra y nos encuentra en lo que es bondadoso, justo y bello», ha manifestado.
(RD/Ep)