El informe hace hincapié en la necesidad de que los datos ofrezcan información disgregada que incluya origen étnico, religión, discapacidad, ubicación, estado civil, riqueza, orientación sexual e identidad de género
(J. Bastante).- Vivimos rodeados de datos, estadísticas… Una sociedad en la que todo se mide, hasta el punto de habernos convertido en meras cifras, más que en personas. Sin embargo, en nuestro mundo globalizado millones de niñas en todo el planeta son invisibles para los gobiernos y la sociedad, por la sencilla razón de que una gran parte de los datos vitales relevantes sobre sobre su vida no existen o están incompletos.
Al menos, esta es la denuncia que se refleja en el informe «Contar lo invisible: Usar los datos para transformar las vida de las niñas y las mujeres para 2030«, presentado por Plan Internacional, y que demuestra que la falta de datos e indicadores sobre la situación real de la vida de las niñas pone en riesgo el cumplimiento de los Objetivos Globales de Desarrollo Sostenible de 2030.
«Actualmente en muchos países podemos saber cuántas niñas asisten a la escuela, pero no cuántas la abandonan por matrimonio temprano forzado, embarazo, violencia sexual, el precio de la matrícula o la falta de oportunidades de empleo después de la escuela. ¿Cómo podemos esperar incrementar el acceso de todas las niñas a la educación o garantizar la equidad de género como establecen los ODS si no damos seguimiento a algunos de los factores más importantes que limitan sus oportunidades? «, explica Concha López, directora general de Plan International en España.
Según este informe, las estadísticas ofrecen un panorama general y con poco detalle, lo que provoca informaciones sesgadas o incorrectas. Por ejemplo, la mayoría de las fuentes oficiales únicamente recogen datos acerca de las niñas y mujeres entre 15 y 49 años de edad, por lo que se sabe muy poco sobre los 2 millones de niños y niñas nacidos de mujeres menores de 15 años cada año en países pobres.
El informe, además, hace hincapié en la necesidad de que los datos ofrezcan información disgregada que incluya origen étnico, religión, discapacidad, ubicación, estado civil, riqueza, orientación sexual e identidad de género para paliar el hecho de que las encuestas, a menudo, se diseñan de manera que reproducen las normas tradicionales de género y minimizan aún más el papel de la mujer y las niñas. Y es que la falta de información se traduce en más injusticia y situaciones de esclavitud.
«Es importante tener en cuenta que los datos por sí solos no cambian el mundo pero son clave en la identificación de las necesidades, y el análisis de lo que funciona y lo que no y la toma de decisiones. Los datos de calidad, pertinentes y oportunos proporcionan a gobiernos y sociedad civil la evidencia necesaria para establecer prioridades y llevar a cabo las acciones necesarias», añade Concha López.
El informe «Contar lo invisible» forma parte del trabajo que Plan International desarrolla desde 2007 en defensa de los derechos de las niñas a través de su movimiento global Por Ser Niña. Parte clave de este movimiento son los informes anuales «El Estado de las Niñas en el mundo», que de 2007 a 2015, analizaron con atención la situación de las niñas en relación a temas como la educación, las emergencias, la vida en las grandes ciudades y la tecnología o la equidad de género, entre otros.